Krottmayer y un año de mínimos en Mercedes Vitoria

Condicionada por el complicado contexto de la industria europea, la planta de Mercedes Vitoria termina abril con las luces apagadas. Trece días de parón productivo, hasta el próximo lunes 6 de mayo, en parte porque se encadenan varias jornadas festivas, que vienen a confirmar el difícil momento que vive el principal productor industrial vasco. Gracias a las medidas de flexibilidad la factoría que dirige Bernd Krottmayer va a poder sortear este primer gran apagón sin recurrir a un ERTE y, en principio, tiene margen para que siga siendo así en lo que resta de ejercicio.

Todo apunta a que habrá más paradas antes de las vacaciones de verano y habrá que ver si a partir de septiembre cambia el panorama entre algunos de sus socios, en especial Alemania, el país que con mucha diferencia lidera las compras de furgonetas que se producen en Vitoria. Está confirmado que no habrá nuevo récord de producción tras el pico de 2023, algo que no sería demasiado significativo si el número de parones productivos estas semanas no fuera tan abultado. Por otro lado, es en esa transición hacia el nuevo modelo eléctrico para la que se está preparando el terreno donde Mercedes Vitoria realmente se la juega.