Economía

Constructoras, consultoras e industrias: así son las empresas zombi de Euskadi

Las cerca de 2.600 compañías insostenibles de Euskadi pueden provocar una avalancha en los juzgados en cosa de diez días

21 junio, 2022 05:00

Hace unos días, un estudio de Informa D&B ponía el foco sobre el problema de las empresas zombi en Euskadi. Así es como se le llama en economía a aquellas empresas que no son rentables pero siguen recurriendo a la financiación para mantenerse vivas; empresas que no generan los ingresos suficientes para cubrir los gastos que soportan. El concepto no había tomado relevancia en la comunidad autónoma hasta esta crisis, en la que se ha subrayado mucho la importancia de sacarlas del circuito económico para evitar que sean sumideros de ayudas como los fondos europeos o las subvenciones que se han ido otorgando por cese de actividad. En el último año, sin embargo, no han reducido, sino que han crecido, pasando de 2.274 a 2.579, 305 más que en 2021. Euskadi, de hecho, cuenta en este capítulo con una 'sobrerepresentación' de empresas zombi con respecto a lo que le debería corresponder estadisticamente: las zombis vascas representan un 5,46% del total de España cuando por estadística deberían suponer un 4,49%.

'Crónica Vasca' ha accedido al perfil detallado de las empresas zombi de Euskadi obtenido por los autores del informe, que revela que los perfiles son algo distintos a los de la media nacional. Si la mayor parte de las zombis españolas son constructoras, inmobiliarias y hoteles, en el caso de la comunidad autónoma solo se mantiene en esa triada las constructoras. El sector de la construcción sigue siendo quien lidera las compañías en la comunidad autónoma, pero detrás de ellas aparecen las consultoras, los comercios y las industrias vascas. Tres sectores que presenta también una importante fuerza en Euskadi, ampliamente por delante de la construcción en el caso de la industria. Según los datos recabados por este periódico, de las 2.579 compañías zombi, 611 son constructoras, 505 son comercios, 472 son industrias y 399 se dedican a servicios empresariales. En el conjunto de España, el 90% de las empresas zombi son microempresas.

Las empresas zombi, ya de por sí un peligro para las Haciendas forales, no solamente son una amenaza para la petición de ayuda, también pueden ser tapaderas para tramas de fraude como la que detectó Bizkaia para evitar la tributación del impuesto de hidrocarburos. A las empresas zombi, que ya de por sí son muchas y siguen 'in crescendo' se le suman 67.000 compañías vascas sin ninguna actividad comercial. Euskadi es la sexta comunidad con más firmas de este tipo. Frente a los sectores con más empresas zombi en el País Vasco, destacan también las que menos: apenas hay siete industrias extractivas zombi, 26 dedicadas al sector de la educación y 37 compañías del sector sanitaria.

En el horizonte, una avalancha de procesos concursales

La Agencia Tributaria desde el comienzo de la pandemia redoblando sus esfuerzos para eliminar de los censos tributarios a las empresas sin actividad. De hecho, en el régimen común está contemplada incluso la posibilidad de sancionar a los empresarios que no hayan liquidado a sus compañías y sigan siendo empresas zombi. En el caso de las Haciendas forales, el esfuerzo más relevante es el de una Diputación Foral de Bizkaia que está hasta rastreando las redes sociales con el objetivo de evitar el fraude fiscal. Por el momento, según explicó a comienzos de año José María Iruarrizaga, el diputado vizcaíno de Hacienda, se está probando de momento para el control de los apartamentos turísticos, pero es más que probable que eso se extienda al resto de sectores económicos, especialmente cuando se ponga en marcha de forma obligatoria el sistema Batuz. El resto de diputaciones también investigan los posibles fraudes fiscales. Este mismo lunes, de hecho, el Fisco alavés ha dado a conocer que este año las pesquisas han permitido dar con 75 millones de euros.

La alta cifra de empresas zombi y su marcado carácter micro hacen que la mayoría de los actores esperen con bastante miedo la reforma de la ley concursal que echará andar en julio, con especial incertidumbre sobre el nuevo procedimiento rápido para empresas de menor tamaño en el que no se prevé la intervención de un administrador concursal. Se calcula que más del 85% de los casos de Euskadi irán por esta vía, un volumen desmesurado para los administradores concursales, que temen por cómo va a quedar configurado su rol a partir de julio. La idea del procecimiento exprés es aligerar la carga de los juzgados y ahorrar tiempo y sobre todo dinero a deudor y acreedor. En muchos concursos los gastos del mismo, fundamentalmente el pago de administrador, abogados y procuradores acaba comiéndose la poca porción de la 'tarta' que queda por repartir entre los acreedores. Unai Olabarrieta, administrador bilbaino y portavoz del colectivo a través de la Asociación Profesional de Administradores Concursales (ASPAC), dice comprender la filosofía que guía a este nuevo proceso rápido pero señala "que esto es un experimento y es un error experimentar con el 85% de los concursos".

En los tres primeros meses de año se han presentado en los juzgados vascos apenas 93 procesos concursales, un 14,7% menos que en el inicio de 2021 y la inversa de la tendencia del conjunto de España donde han crecido. Entre los procesos concursales recientemente concluidos destaca el de URSSA, cuyo plan de liquidación adelantó 'Crónica Vasca' al igual que la oferta de DHL para hacerse con los terrenos de la firma del Grupo Mondragón en Júndiz.