Economía

Villalabeitia descarta subidas de tipos de interés, aunque constata un frenazo económico por el IPC

El presidente de Kutxabank admite que hay que seguir la evolución de los precios, aunque ve síntomas para confiar en que es coyuntural

1 diciembre, 2021 11:32

El presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia, ha confirmado la percepción de un frenazo en la economía en este final de año. Según ha explicado a 'Crónica Vasca' "parece que el crecimiento económico puede ser previsiblemente algo menor de lo esperado". La subida del coste energético que se disparó este verano y los problemas en el suministro son cuestiones que han afectado a una recuperación de la actividad económica que había despegado con fuerza en el primer semestre del año. Así, además de Kutxabank, otras entidades y departamentos de estudios económicos han señalado la misma tendencia. Otros bancos vascos como el BBVA, rebajaba las previsiones para este 2021 hasta el 5,6% del PIB. 

En cuanto al IPC, sí bien Villalabetia advierte de un escenario inflacionista, este lunes el avance de precios para noviembre apuntó una escalada del 5,6% interanual, que preocupa y que "en este escenario hay que vigilar". Aún así advierte que en Europa, a diferencia de otros mercados, "no se prevén subidas de tipos de interés en los próximos dos o tres años". En este sentido recuerda que, pese a la incertidumbre que está acompañando a los precios, la crisis de suministros y la evolución de la pandemia, el tipo de interés subyacente está en torno al 2%, lo que "es esperanzador". 

Una evolución de los tipos de interés afectaría a la financiación de la inversión y coste del crédito para empresas y particulares. Esta misma semana la patronal vasca, Confebask, confirmaba a 'Crónica Vasca' de los riesgos del escenario inflacionista en plena 'sexta ola' de la covid-19.  Aunque desde el Banco Central Europeo (BCE) se mantiene una postura y mensaje tranquilizador, a través de la emisión de deuda, de no subir tipos. De hecho los analistas del regulador de la UE apuntan a que finales de 2022 el IPC vuelva al escenario del 1% o 2%. 

Esta política, si bien está impulsando y ayudando a la economía, no ha dejado de forzar a las entidades bancarias a una profunda reconversión de su negocio hacia una reducción de costes y aumento de ventas de seguros y cobro por servicios bancarios para mantener la rentabilidad exigida por Europa.