"Sorpresa y preocupación" entre la plantilla de Pepsico en Álava por los ajustes

La plantilla de Pepsico en el doble centro de trabajo en Álava, por un lado la fábrica embotelladora de Echavarri y por otro las oficinas de Gamarra, ha recibido los planes de la compañía de realizar un ajuste de plantilla de en torno al 18% en España con "preocupación" y sobre todo "gran sorpresa" puesto que el ritmo de trabajo y pedidos en la planta vasca en estos momentos es muy alto a pesar de quedar ya atrás el pico de actividad de verano.

"Ha sido un jarro de agua fría", indicaba a este medio ayer un delegado de LAB en la planta de Echavarri en referencia al anuncio el pasado miércoles por parte de la multinacional de acometer un plan de reestructuración que pasa por reducir la plantilla un 18% en España, en torno a 530 salidas incluyendo fijos y temporales. Una medida a la que los sindicatos se oponen sobre todo teniendo en cuenta la buena salud general que ha transmitido hasta ahora la compañía. Da cierta tranquilidad el hecho de que la dirección plantee un proceso de diálogo con la parte social de cara a poder acordar las salidas, aunque a estas alturas todo es incertidumbre.

Todo apunta a que habrá reducción de empleo en los centros de trabajo alaveses, si bien se espera que la embotelladora de Echavarri, con unos 200 empleados, pueda librar mejor el ajuste, que se prevé recaerá principalmente en el área de oficinas. Para el personal del edificio del polígono industrial de Gamarra, que está en venta, está proyectado el traslado al nuevo edificio del Parque Tecnológico de Miñano, una operación que iba a suponer en principio una ampliación de personal.

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Mesa de empleo

Por ahora la empresa no ha aclarado el reparto geográfico de esas 530 salidas ni si el proyecto de ampliación del personal de oficinas en el parque tecnológico alavés queda condicionado por el plan de ajuste. La idea es plantear una mesa de empleo con los sindicatos de cara a las próximas semanas en las que se irán destripando más datos y se irán explorando fórmulas pactadas para evitar despidos traumáticos, la gran prioridad de la parte social. En ese sentido el sindicato USO, que muestra su rechazo a la medida, reclama negociar alternativas para evitar que se produzcan bajas traumáticas.

El ambiente tanto en la planta de Echavarri, con un alto número de eventuales por el buen ritmo de pedidos, como en las oficinas del grupo en Vitoria es de gran incertidumbre tras el anuncio de la dirección a la espera de conocer cómo impactan los ajustes. Sí parece que los centros vascos podrían sufrir una afección menor que otras zonas geográficas en España aunque por ahora todo son incógnitas.