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El 'agujero' del Athletic: cuando la filosofía choca con la economía

El club arrastra unas pérdidas de 70 millones de euros por el efecto de la pandemia que harían saltar todas las alarmas en cualquier empresa, pero se debe a unos principios que no siempre son los más rentables

10 octubre, 2021 05:00

El Athletic será el primer club de la Liga que se lance a pedir más dinero a sus socios para paliar las pérdidas millonarias derivadas del parón de la Covid. El próximo día 23 solicitará la aprobación de una derrama para cada socio de 120 euros, que a juzgar por algunas opiniones de los afectados en las redes tras hacerse pública la noticia, no se va a recibir en la asamblea con todos los parabienes. 

No le será fácil a la directiva que preside Aitor Elizegi convencer de que las pérdidas acumuladas tiene que pagarse a escote entre unos socios que también lo han pasado mal en toda esta crisis, y cuando se acaba de rechazar el acuerdo con el fondo CVC, al que se han sumado otros clubes de la LaLiga, por el que hubiera recibido un crédito de 117,5 millones de euros a  devolver en 40 años, y esa decisión se haya tomado sin pedir para ello la opinión de los socios.

Pero el Athletic no es como el resto de los clubes de la Liga. Su filosofía única es, para bien o para mal, una extraña rareza ya en un mercado futbolístico cada vez más volcado en el espectáculo y los derechos de emisión de las televisiones. Igual que la 'Fama'  de aquella serie legendaria de los 80, 'la Filosofía cuesta y hay que pagarla con sudor'... o con derramas.

Las cuentas presentadas el pasado miércoles por la Junta directiva harían saltar las alarmas de cualquier empresa. En total se contabilizan unos 70 millones de euros de pérdidas por la  pandemia del covid contabilizadas en las cuentas de las temporadas 2019-2020 y 2020-2021 y en los presupuestos de la 2021-2022.

Estos números rojos se amortiguan en parte con los 12 millones ahorrados por la renuncia de los empleados y jugadores a parte de sus sueldos y los alrededor de 5 que se esperan recaudar con la derrama entre los socios bautizada como 'cuota covid', si es que se acepta en la asamblea. Además, se ha estado tirando de la hucha generada por la venta de jugadores hace tres años. Pero para el año que viene también se prevén números rojos, por lo que el problema va más allá de algo coyuntural derivado de la crisis sanitaria y del parón del fútbol que ocasionó.

El Athletic tiene hoy en día más gastos que ingresos, y su filosofía de mantenerse como un club de cantera, con pocas posibilidades de fichajes y por lo tanto con la obligación de amarrar muy bien a tus jugadores con elevados sueldos elevan tus gastos sin poder garantizarse ingresos. El club tiene pocas posibilidades de venta de jugadores. Por otra parte, la decisión de mantener el club en manos de los socios, sin dar entrada a otros inversores o a otros agentes que puedan controlarlo de alguna forma -argumento con el que se rechazó por ejemplo la entrada en el acuerdo de LaLiga o convertirse en SAD- constriñen las posibilidades de ingresos en un sector en el que cada vez es más difícil competir.

"Si fuera una empresa le diría que se internacionalizara"

"A priori, se trata de un proyecto de subsistencia a corto plazo, pero a ver qué pasa a medio o largo plazo, porque con los números actuales no es sostenible. Los gastos son más numerosos que los ingresos y parece que los gastos no se pueden tocar", dice el economista Julen Bollain.

"Tiene que buscar cómo equilibrar las cuentas. Para eso necesita mejores resultados, en Europa, en la  Liga...", señala porque los ingresos televisivos  se elevan a medida que los resultados son mejores. 

Pero si la clave es "equilibrar  gastos e ingresos no se puede fiar todo la esperanza de unos buenos resultados", dice. "No sé que otro escenario se plantean, si tienen un plan B. Pero si sabes que en lo deportivo puedes fallar tienes que buscar ingresos por otro lado".

Este experto en economía lo tiene claro. "Si fuera una empresa le diría, tienes que internacionalizarte", dice, aludiendo a que el Athletic compite con clubes que compran jugadores fuera de su entorno, lo que le deja en desigualdad de condiciones.

Recuerda en este sentido que la industria vasca ha tenido que optar por la internacionalización para ser competitiva. Incluso las "cooperativas vascas del grup Mongragon" y para ello "dejaron por el camino parte de la filosofía con la que nacieron para adaptarse a los cambios". "Si el mercado es cambiante hay que modificar los puntos de vista", asegurar Bollain.

"La filosofía no puede convertirse en carga"

"La filosofía del Athletic no puede convertirse en la carga del Athletic", dice el abogado y expresidente del Athletic, Fernando Lamikiz. "Hay que adaptarse a los tiempos", y recuerda que hay gente de fuera que "cuando les cuentas que el Athletic juega solo con jugadores vascos, te preguntan ¿y eso para qué sirve?".

Asegura que, sin alarmismos,  los números son "para estar atentos", porque "los ingresos estrictamente deportivos se han reducido a cero" y la filosofía de no fichar jugadores fuera de Euskadi supone que "tenemos muy reducida la oferta de jugadores y están están sobre pagados". "Sé que esto puede enfadar pero es desproporcionado lo que cobran".

Señala Lamikiz que en el mundo del fútbol no se ha dado el ajuste que se ha dado en la empresa a raiz de la crisis del Covid. "Los ingresos caen no puedes cobrar entradas ... y a los jugadores hay que pedirles casi de rodillas que se bajen el sueldo".

"Está claro que hay que realizar ajustes" insiste Lamikiz, y si no se "mejoran los resultados negativos habrá que hacer ajustes del gasto recortando los sueldos deportivos".

Pese a lo precario de las cuentas, Lamilkiz considera que esta directiva "lo ha hecho bien en unos momentos muy complicados". También comparte la decisión de no haber aceptado el acuerdo con el fondo CVC, en cuyo rechazo el Athletic se unió al Barça y al Madrid. Esto supone que el club vizcaíno rechazó un crédito de 117,5 millones de euros que iba a recibir en tres años para devolver en un largo plazo de 40 anualidades y un tipo de interés del 0%. 

El club consideró que sería "hipotecar algo nuestro", en referencia al 10,95% de sus derechos televisivos de los próximos cincuenta años, "con una enorme rigidez en las obligaciones con los fondos y falta de flexibilidad para utilizarlos". 
"Para nosotros era algo más de concepto que económico", señalan desde el club. 

Lamikiz también comparte esta decisión de rechazarlo, y recuerda que un 65% de ese fondo  había que usarlo en mejora de instalaciones deportivas, "y eso el Athletic ya lo tiene hecho".
En este sentido, lo que no entiende es cómo lo han aceptado el resto de los clubes cuando "sólo beneficia a LaLiga".
"¿Si el Amorebieta baja a segunda ¿cómo lo va a devolver el crédito? ¿Dónde está la letra pequeña? ¿Cómo te comprometes con algo a 40 años?", se pregunta.

 

"Tienes que ser una marca que atraiga en China"

"El problema es que al Athletic más que tener dinero él le interesa que el resto de los clubes no lo tengan", señala Juan Carlos Soto, abogado experto en derecho deportivo al referirse a la renuncia del Athletic al crédito del fondo CVC.  "Tu cantera, que al final es tu mejor activo, te lo pueden quitar con más facilidad si todos tienen dinero y por eso tienes que subir las cláusulas de rescisión y por lo tanto, subir los sueldos a tus jugadores".

En este sentido, considera que el voto negativo del Athletic a suscribir ese acuerdo es "congruente con su filosofía", pero recuerda que hoy en día el "fútbol se ha hecho espectáculo". "Ahora lo que necesitas para tener ingresos es que tu partido lo compre pagando en la televisión un chino o un indio, y para eso tienes que ser un marca que atraiga". "Son nuevos tiempos y la tradición a veces choca con esos nuevos tiempos y con la economía".