Los ajustes de la banca reducen 180 oficinas de la red del País Vasco

A pesar de las últimas subidas del IPC que han dejado la tasa de los precios cerca del 3% interanual, la banca no contempla un movimiento de subida de tipos de interés en los próximos dos años. Un escenario, por lo tanto que va a seguir exigiendo la senda del ahorro de costes en la negocio bancario. Una dinámica en la que se entronca el cierre de oficinas, así, desde 2019, Euskadi ha perdido más de 170 oficinas. El Banco Santander es la entidad que más sucursales ha cerrado, con 47, seguido de Caixabank, Sabadell o Kutxabank, aunque la entidad de las antiguas cajas de ahorro vasca es la que más penetración tiene con la red más amplia de oficinas en el País Vasco. La única marca que mantiene sus oficinas es Laboral Kutxa, con una red de 183 puntos de atención al cliente.

La situación de la banca viene marcada por la presión de los reguladores, principalmente el Banco Central Europeo (BCE), para que reduzcan los costes. Es la fórmula que las autoridades bancarias están pidiendo a los bancos para que en un escenario de bajos tipos de interés, busquen rentabilidades con otras fórmulas. En esa situación el negocio bancario gana menos dinero con su operativa de crédito y la opción para para garantizar la solvencia de las entidades es la de controlar sus gastos. Por eso el cierre de oficinas y la reducción de personal, combinada con una nueva propuesta de servicios al cliente online son el cóctel que están desarrollando los bancos. 

En Euskadi, el Banco Santander es la entidad que más oficias ha cerrado en este proceso. Desde 2019 son un total de 47 las que ha cerrado, el 36% de su red, dentro de un proceso en el que aplicó un ajuste de plantilla en toda España de más de 3.500 personas. Kutxabank es otra de las entidades que más oficias ha cerrado, 33 desde 2019, aunque con su red de 291 sucursales es la entidad de largo con más oficinas y penetración en capitales vascas y zonas rurales. Es la única entidad que garantiza una sucursal por municipio, incluso en el umbral de los 1.000 habitantes. 

Le siguen Sabadell que acaba de anunciar un proceso de ajuste de personal que podría conllevar el cierre de 35 oficinas entre Álava, Gipuzkoa y Bizkaia, aunque en esa cifra se engloban clausuras desde 2015. El BBVA deja de prestar servicios en 22 de sus ubicaciones tradicionales dentro del proceso de ajuste que ha realizado en España y que ha afectado a 2.900 trabajadores. 

Caixabank, antes de la fusión con Bankia, ya afrontó un proceso de cierre de oficinas y ajustes de empleo que afectó a 32 oficinas de su red en Euskadi. 

Laboral Kutxa es la única entidad que aguanta su red de oficinas con un ajuste solo de 4 oficinas que le deja una red de 183 que tiene en Euskadi. 88 en Bizkaia, 66 en Gipuzkoa y 29 en Álava.