Empresas

El aumento de costes en la construcción no da tregua y sigue por encima del 11%

El encarecimiento de materiales dispara los costes y obliga a las empresas a intentar repercutir la diferencia a los clientes

26 julio, 2022 09:47

Los costes de la construcción, uno de los sectores más castigados por la falta de materiales y el encarecimiento de los mismos, crecieron en mayo un 11,3%, según datos de Eustat, medio punto menos que en abril pero en todo caso en máximos históricos. La subida de precios generalizada está atrapando a las constructoras en contratos cuya ejecución se encarece rápidamente pero cuyo precio no se puede trasladar al cliente, en muchos casos administraciones públicas.

Así lo vienen denunciando las asociaciones de constructoras, que incluso están renunciando a la ejecución de proyectos por este motivo. En mayo los costes del sector en tasa interanual crecieron al mismo nivel que en abril, pero son niveles muy superiores a los de los meses anteriores e inéditos en los últimos años. 

La inflación está encareciendo proyectos emblemáticos en Euskadi y obligando a revisar precios en la medida de lo posible. Este martes ´Crónica Vasca' informa de que dos de cada tres empresas están logrando repercutir la inflación a los clientes, pero la construcción es uno de los sectores que más dificultades alberga en ese sentido ya que se trata de contratos de muy larga duración y por tanto en los que el vaivén de precios es muy amplio.

En algunos casos se trata de construcciones que arrancaron incluso antes de la pandemia, que quedaron medio paralizados entonces y que ahora requieren de un desembolso mucho mayor del previsto para su remate. En los años anteriores al covid los costes de la construcción crecían a un ritmo no superior al 2%, incluso en 2020 quedaron congelados, para empezar a dispararse a raíz de los problemas en las cadenas de abastecimiento, la crisis energética y la guerra de Ucrania.

Por otro lado Eustat destaca que se encarecen sobre todo los costes de obra civil y remarca que son las materias primas las que más influyen, si bien el crecimiento de los salarios, casi un 6%, también empuja hacia arriba el coste global.