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BBVA considera que la guerra de Ucrania configura "un nuevo orden mundial"

El presidente del BBVA confía en las fortalezas de la entidad para superar la crisis y cree que en 2022, pese a todo, se mantendrá la recuperación económica

18 marzo, 2022 14:40

Todo el mundo esperaba una referencia por parte de Carlos Torres a la situación de Ucrania durante la Junta de Accionistas de BBVA, pero no una tan contundente como la que ha declarado ante los medios y ante los accionistas del banco. El presidente de BBVA ha ido mucho más allá de la "incertidumbre" que genera la guerra en Ucrania y ha afirmado que el conflicto tendrá unas repercusiones de tal calado en la geopolítica mundial que abre el camino hacia "un nuevo orden mundial". Torres también ha afirmado que el conflicto "aumentará la inflación y afectará negativamente al crecimiento", aunque cree que habrá "diferencias importantes" entre los distintos países y la afección dependerá en parte "de las políticas monetaria, fiscal y regulatoria".

El presidente de la entidad ha ahondado en el panorama geopolítico que dibuja la guerra de Ucrania: uno donde "primará la autonomía en cuestiones estratégicas como la energía, alimentos, materias primas, tecnología, defensa, y datos". "Un mundo bien distinto al de la globalización creciente de las últimas décadas", ha insistido Torres. Aun así el presidente de BBVA cree que la recuperación económica continuará en 2022 y habrá tendencias, como la digitalización, que se mantendrá.

Esa, la digitalización, es una de las oportunidades que vislumbra BBVA en el horizonte. Ahí Torres considera que el banco ha sido "pionero" en su estrategia de digitialización, con unas transacciones de clientes a través de esta vía que se han "más que duplicado" en los últimos dos años, marcados por la pandemia. A día de hoy son 40 millones los clientes que operan con el banco a través del móvil y la captación de clientes por los canales digitales han representado un 40% del total de 9 millones de clientes nuevos en 2021, récord de la compañía. De hecho, la entidad ha entrado al mercado italiano el pasado octubre precisamente a través de la vía exclusivamente digital.

Capital para sortear la crisis de Ucrania

Con 4.653 millones de ganancias en 2021, BBVA parece haber superado un 2020 en el que los beneficios se quedaron en 1.305 millones. En ese ejercicio su filial americana, Compass, lastró sobremanera los resultados. La situación llegó al punto de que en junio de 2021 la entidad se deshizo de la filial y abandonó Estados Unidos después de 16 años en el país. Esa había sido una de las principales apuestas de internacionalización de Francisco González durante su periodo al frente de BBVA. Aun así la entidad aportó 280 millones de euros al banco durante la primera mitad de 2021 hasta su venta. Torres también ha sacado pecho por el beneficio recurrente obtenido en 2021: 5.069 millones de euros, el mayor de la última década, así como por el ratio de capital de la entidad, situado en un 12,75%. Es esa "fortaleza de capital" en la que confía el banco para sortear la crisis que plantea la invasión rusa de Ucrania.

En lo referente a los accionistas, los resultados del 2021 han permitido al banco otrogar a sus accionistas un dividendo de 31 céntimos por acción. Ocho céntimos ya se pagaron el pasado octubre; ahora se sumarán otros 23 céntimos que se pagarán en abril. A esto se suma el aprograma de recompra de acciones emprendido por el banco, al que se le han destinado 3.500 millones de euros y que ya ha comenzado su segunda fase tras haber acometido la primera.

En línea con la digitalización, Torres ha apuntado a la descarbonización y la innovación como las otras dos grandes oportunidades que se le presentan a BBVA, con tecnologías como el internet de las cosas, la robótica o el 'blockchain'. Por eso el banco se propone trascender de las inversiones 'fintech' que ha realizado hasta ahora -y que han reportado más de 300 millones de euros a la entidad en plusvalías durante 2021. El objetivo de la neutralidad climática para 2050 es un reto compartido por el banco y también una "fuente de oportunidades" para la compañía, que estima que el ambicioso objetivo climático va a suponer una inversión de 275.000 millones de dólares durante los próximos 30 años.

Durante las intervenciones de los accionistas posteriores, los sindicatos han solicitado no perder de vista la necesidad de mantener cierta presencialidad para evitar la brecha digital con los mayores y acabar con las oficinas unipersonales, un ejemplo de "precariedad" a juicio de Aitor Garaiurrebaso, representante de ELA. Otros accionistas han manifestado su disconformidad con respecto al consejo de administración en aspectos como la subida de sueldo que en 2021 se hicieron los miembros del consejo de administración o la pérdida de valor que han tenido las acciones en los últimos años.