Empresas

"Vivimos inmersos en un clima de incertidumbre y rumores constante"

Heba López Palacios es trabajadora de montaje final de la planta de Mercedes en Vitoria y confía en que esta crisis sea algo "puntual" y que permita mantener la fidelidad de los clientes

11 septiembre, 2021 05:00

La crisis de la automoción derivada de la falta de componentes que llegan desde Asia está impactando en todo el sector. Parones en Volswagen, Opel, Seat, Mercedes... Precisamente esta última mantiene en vilo a toda la industria vasca ya que es la empresa más importante del territorio y representa un 5% del PIB. Desde la dirección de la empresa ya admitían que iban revisando la situación "día a día" y eso les ha llevado a tener que hacer ciertos ajustes. Tras la vuelta de vacaciones, la producción solo ha estado activa una semana y ahora encadena tres semanas parada en las que se dejarán de producir más de 10.000 furgonetas. La previsiones de la empresa van mermando cada semana y ya ha pasado de las 148.600 unidades de las que se hablaba en abril, a las 134.500. Puede que incluso sean menos. Según sabía 'Crónica Vasca, en las comunicaciones que hay entre la dirección y los proveedores, ya se habla de un volumen de 125.000, cifra muy similar a la de 2020 con la llegada de la pandemia. 

La factoría de Vitoria tiene más de 5.000 empleados que ya están bajo un ERTE que, en principio, será de 30 días hasta final de año. Todo el parque de proveedores, red compuesta por alrededor de 600 firmas, en las que trabajan cerca de 40.000 trabajadores, también acusa ya las consecuencias con ERTEs activos. Uno de los más importantes, Gestamp, ya ha anunciado que tiene que ampliar este Expediente de Regulación Temporal de Empleo de 22 a 44 días.

Pero, ¿cómo se vive toda esta situación repleta de informaciones, datos, noticias y cambios desde dentro? Heba López Palacios es trabajadora de producción en montaje final de la planta de Mercedes en Vitoria y aunque afirma que viven en un clima de "incertidumbre constante" y señala a la falta de "transparencia" por parte de la dirección a la hora de comunicar los cambios y ajustes cada semana. Aún así confía en que sea algo pasajero y en la fidelidad de sus clientes. 

¿Cómo se vive y cómo se trabaja con un clima en el que no sabes cuándo vas a poder volver a tu puesto?

Pues con una incertidumbre constante. Vamos viviendo día a día porque es lo que nos ha tocado y tampoco nos podemos organizar mucho porque nos vamos enterando cada semana y nos vamos adaptando a las noticias que nos van dando. A eso hay que sumarle los rumores, porque con tanta incertidumbre la gente saca sus propias conclusiones y se inventa cosas y otras personas se lo creen. Pero ya después de tanto “paramos, arrancamos, paramos, arrancamos...” yo creo que ya no nos creemos nada de lo que oímos y esperamos a los oficiales.  

Y entre los compañeros, ¿qué es lo que se comenta?

Pues que nos gustaría que hubiese un poquito más de transparencia y que nos enterásemos antes de las cosas porque muchas veces nos enteramos antes por los medios de comunicación que realmente por la empresa. Parece que somos los últimos cuando somos los primeros afectados. Hay una falta total de comunicación.  

¿Qué trabajadores son los que están viviendo esta situación con más agobio o angustia?

La gente que estaba eventual son realmente los mayores perjudicados en esta situación porque evidentemente vienen con un contrato de trabajo determinado y a ganar dinero. Que se pare todo y tengan que gastar de su paro cuando igual contaban en un futuro con él cuando ya no estén trabajando y que se les reste ahora pues... lógicamente no le hace gracia a nadie.  

También la gente que está en subcontratas por ETTs porque día que no trabajan, día que no cobran, entonces ellos yo creo que son los más afectados.  

Vosotros lo veis como algo coyuntural...  

Sí, de momento nos consuelan que los clientes se están manteniendo. No sabemos lo que pasará en un futuro, pero por ahora tenemos clientes, el problema es que no tenemos materia prima para poder producir. Pero por ahora los clientes, al querer ese tipo de vehículo concreto, están esperando. Esperamos que poco a poco esto vaya saliendo adelante y que no estemos mucho más tiempo parados.  

Con lo que llevamos parados de momento es poco para notarlo en el sueldo o tener que amoldarse a otro nuevo ritmo de vida, llevamos aún poco en el ERTE. Los más perjudicados no somos los trabajadores de Mercedes, son los de las proveedoras o los que trabajan por ETT.  

¿Y con los trabajadores de las empresas proveedoras también os mantenéis en contacto? 

Si solemos hablar si, con compañeros de DHL, de SAS... Muchas veces ellos se enteran de las cosas incluso antes que nosotros porque si dejan de recibir material ya saben que vamos a parar o sacan sus propias cuentas. Aunque eso también genera especulaciones y de ahí volvemos otra vez a los rumores. Cuanta más gente hable, la bola se va haciendo más grande  

Ya ha llegado un momento que, después de estar tanto tiempo con la incertidumbre, pues ya que sea lo que sea, yo personalmente ya no me creo nada hasta que no veo la noticia oficial. 

¿Veis que pueda haber consecuencias más graves o drásticas en un corto o medio plazo?

Yo creo que no. Quiero pensar que es algo puntual. No sé la gravedad de la situación real de todo el tema de los microchips, pero es algo que ya se nos va de las manos y nos falta información. Pero me consuela que los clientes siguen ahí y que podemos mantener las ventas  

Este año hemos bajado, pues el próximo tocará remontar y poder dar a esos clientes que están esperando sus coches. Si la producción empieza a remontar pues igual a final de año nos toca trabajar más días, los sábados... 

Mercedes es la principal empresa de Euskadi y sostiene a Álava y a Vitoria, ¿esto puede tener un efecto directo en la ciudad? 

Evidentemente en Vitoria lo que está pasando en la fábrica se tiene que notar sí, en los comercios, en la hostelería, en todo... si la gente tiene dinero, gasta, pero si no lo tiene pues no. Y al final a nosotros si se nos recorta un poco la nómina pues lo notamos pero no tanto, pero la gente que deja de cobrar, evidentemente deja de salir y de gastar. Y eso está pasando.