Empresas

La industria quiere estirar el tope de seis meses de los eventuales para retener talento

Patronales como FVEM plantean a los sindicatos alargar la vida útil de los contratos temporales seis meses más, hasta un año, como permite la reforma laboral

15 septiembre, 2022 05:00

Hace meses que las empresas vienen trasladando su preocupación por las limitaciones al nuevo contrato por circunstancias de la producción, la vía principal para incorporar trabajadores temporales tras la última reforma laboral. La normativa auspiciada por el gabinete de Yolanda Díaz es un claro mensaje a los empresarios para que apuesten por el contrato indefinido pero deja también algunos resquicios que están por explorar.

Por ejemplo este nuevo contrato temporal está limitado a seis meses de duración, pero por acuerdo entre empresarios y sindicatos se puede extender a un año. Esta puerta ya se abrió antes del verano en la mesa marco del Metal en Madrid, en la que se negocian algunas materias generales que luego sirven de guía en cada convenio particular, y ahora la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM) ha optado por hacer la propuesta a los sindicatos en Bizkaia. También la alavesa SEA incluye en su plataforma para el Metal del territorio un punto relativo a la adaptación de la contratación a la reforma de Díaz, con lo que en ambos casos probablemente esa prórroga acabe en el convenio. 

No es la mayor preocupación de los empresarios en estos momentos, inmersos en otras batallas como los altos costes energéticos, pero sí es cierto que en mayor o menor medida toda empresa necesita una bolsa de trabajadores a la que poder recurrir ante cualquier imprevisto o incremento de la carga de trabajo sin necesidad de aumentar la plantilla fija. En el caso de las grandes factorías además es necesario un periodo de adaptación y formación a los ritmos por una cuestión de seguridad, por lo que interesa que haya poca rotación dentro de ese colectivo y fichar, a poder ser, a personal ya preparado.

Manifestación de los sindicatos durante el conflicto del Metal de Bizkaia / Miguel Toña (EFE)

Manifestación de los sindicatos durante el conflicto del Metal de Bizkaia / Miguel Toña (EFE)

Goteo de 'despidos' en verano

Todo lo que sea estabilizar a este colectivo es interesante para el empresario y no se ve con malos ojos desde la parte social. La alternativa es la que se está viviendo desde este verano en muchas factorías de Euskadi con un goteo de salidas de la empresa de aquellos trabajadores que entraron a partir de enero y han cumplido su ciclo. Ocurre además que permanecer un año completo en activo, para un joven que acaba de incorporarse al mercado laboral, da derecho al cobro de la prestación de desempleo contributiva. Esto además de ser positivo en términos sociales facilita el poder reincorporar a ese trabajador más adelante (la reforma obliga a esperar en ese caso seis meses).

En plena batalla por atraer talento, la patronal FVEM ha dado el paso de solicitar a los sindicatos el alargar este tope para los contratos temporales, algo sobre lo que hasta ahora venían mostrando dudas ante la incógnita de cuál iba a ser la aceptación por parte de algunas centrales. La organización que preside Tamara Yagüe movió ficha en el apartado salarial en la última reunión del martes, aunque la subida ofrecida sigue lejos del IPC, pero a cambio incluyó nuevas cuestiones en la mesa relativas a la última reforma laboral, como este punto sobre los temporales o la fijación del salario del personal de prácticas.

Probablemente ambas cuestiones acabarán logrando luz verde sindical, aunque a corto plazo están sujetas al devenir de las negociaciones en su conjunto. Y, como en el Metal de Álava, no parece que vaya a haber avances serios a corto plazo, en función de las manifestaciones que realiza cada parte. Por un lado está el obstáculo de la inflación y, además, hay más de una docena de peticiones sindicales, como limitar la contratación por ETT y la flexibilidad o extender la subrogación, que FVEM de momento no está dispuesta a conceder. Fuentes sindicales presentes en la mesa dicen comprender la petición de las empresas de estirar hasta un año los contratos temporales pero señalan que para negociar esto la patronal vizcaína debe abrirse a hablar también de sus peticiones.