Los problemas económicos dejan a Vicinay sin acero a la espera de la ayuda de la Sepi

Generó cierta sorpresa la presencia de Vicinay en la lista de empresas rescatadas por el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la Sepi, que ha bajado la persiana este pasado 30 de junio, pero lo cierto es que la firma vizcaína necesita una inyección de liquidez como el comer. El fabricante de cadenas de grandes dimensiones para el sector naval y marino recibirá 32 millones de la empresa industrial del Estado en un momento crítico en el que no tiene músculo económico para hacer frente al suministro de acero, su principal materia prima.

Vicinay empieza a ver la luz a nivel de carga de trabajo tras el parón de muchos proyectos por el covid, pero todavía le queda camino por recorrer antes de salir del túnel. Los elevados precios del acero, los costes energéticos y la cancelación de trabajos por la pandemia han dejado a la histórica empresa vizcaína en una situación económica muy delicada y sumamente necesitada del rescate público. A este inicio del verano se ha llegado de hecho con la maquinaria prácticamente parada porque no hay solvencia para financiar la compra de materia prima. La empresa acumula una deuda de varios millones de euros con su principal proveedor, Sidenor, que ante esta situación habría decidido, según fuentes internas, paralizar el último pedido solicitado. Una eventualidad que el proveedor niega de forma categórica a través de la agencia de comunicación que ejerce como portavoz ante este medio: "Vicinay no adeuda cantidad alguna a Sidenor y esta empresa no mantiene bloqueado el suministro de acero al cliente".

Desde la compañía de cadenas se indica a 'Crónica Vasca' que los problemas económicos han reducido las posibilidades de financiación, lo que hace que "no podamos financiar las compras de acero hasta no haber mejorado nuestra situación, entre otras cosas con la financiación de la Sepi". La sociedad industrial del Estado inyectará, a través de un préstamo participativo, 32 millones al grupo Vicinay Marine, con 400 trabajadores y cuya pieza central es Vicinay Sestao. La compañía confirma en todo caso que la liquidez de la Sepi permitirá hacer frente a los compromisos con los proveedores y se volverá a recibir acero a finales de mes, con lo que se podrán retomar los pedidos pendientes.

Cadenas de Vicinay

Formación a la espera del acero

La mitad de la plantilla está de vacaciones en estos momentos y la otra mitad realiza cursos formativos a la espera de poder retomar los trabajos. Vicinay ha sumado importantes proyectos en los últimos meses gracias a su buen posicionamiento en el mundo de la eólica offshore, y de hecho esta buena ubicación en el mercado ha sido clave para poder percibir el espaldarazo económico de la Sepi. Y es que una de las premisas para que se den este tipo de inversiones públicas es la presentación de un plan de viabilidad que asegure al Estado la recuperación del préstamo.

La empresa vizcaína está presente en los incipientes proyectos para generar energía eólica marina a través de plataformas flotantes, algunos de los cuales están siendo liderados por empresas vascas, caso de DemoSATH o el proyecto Flow. Este pasado miércoles 'Cronica Vasca' ha adelantado que la ingeniería vizcaína Saitec hará las primeras pruebas de su aerogenerador gigante (DemoSATH) esta próxima semana en aguas del Puerto de Bilbao antes de proceder a su traslado a Armintza.

Vinculada tradicionalmente a los sectores naval y oil gas, Vicinay ha puesto la proa como muchas otras en dirección a las las nuevas oportunidades que surgen en el ámbito de la energía verde. Con origen en el siglo 18, la compañía vizcaína tiene presencia comercial en 30 países e instalaciones productivas, además de en España, en China, Brasil y Suecia. El parón de pedidos por la pandemia llevó a activar en Sestao un ERTE con reducción de jornada que está denunciado por la parte social.