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"Los suministros y la energía han provocado una subida de precios industrial desconocida desde 1980"

Gonzalo Fornos presidente de Aerce en Euskadi alerta sobre la necesidad de que se produzca una cambio en la estrategia de las cadenas de suministro

20 noviembre, 2021 05:00

El problema de las cadenas de suministro es uno de los mayores cuellos de botella con los que se está encontrando la industria en estos momentos y, junto a la subida de luz, una de las causas que ha frenado la recuperación económica en este último trimestre. Los costes están disparados y los plazos de entrega cada vez son más difíciles de prever, lastrando las cuentas de resultados de las empresas y provocando parones de producción como está ocurriendo ya en empresas de automoción, como el caso de Mercedes. Esto lleva irremediablemente a abrir un debate sobre la "necesidad de cambiar los modelos en los que se ha basado hasta ahora la cadena de suministro", dice Gonzalo Fornos, presidente de la Asociación de Profesionales de Compras, Contratación y Aprovisionamientos en España, (Aerce) en Euskadi y director del área de Suministros y Operaciones de LKS Next. Aerce acaba de celebrar su congreso en Euskadi del que se extrae una conclusión clara: "No es que antes se hayan cometido errores, es que es ahora el contexto ha cambiado y hay que cambiar la estrategia", dice. 

¿Cuáles son los principales problemas que se encuentra en estos momentos el sector industrial? en lo que se refiere a las cadenas de suministro?

Nos estamos encontrando en este momento en un escenario industrial cada vez peor y cada vez más complejo. El índice de confianza de los empresarios están mejorando,  también tenemos buenos datos desde el punto de vista del empleo, pero sin embargo, por otra parte, tenemos índices como por ejemplo el índice de producción industrial que está lastrando el PIB en el País Vasco y esto no es fruto solo de una sola cuestión. A los problemas de desabastecimiento y la crisis de los componentes se une ahora también la dificultad que tiene la situación del transporte con plazos de entrega muy largos, unido a una inflación inaudita de los precios de las materias primas y de los fletes y los precios de la energía. Estos cuatro componentes se entrelazan entre sí y hacen que como consecuencia que se esté afectando a la marcha de la industria.

 

El incremento de los costes y de precio de la energía, así como de los bienes intermedios está provocando una  inflación sobre los bienes industriales que no se registraba desde 1980

 

Las empresas se quejan de que suben los costes y  no pueden repercutirlos en los clientes. 

Es que el incremento de los costes y de precio de la energía y de los bienes intermedios está provocando una  inflación sobre los bienes industriales que no se registraba desde 1980. Eso no se va a poder repercutir en su conjunto al cliente. El precio de la energía del que tanto se habla ahora es uno de los principales factores, sobre todo en las industrias electrointensivas. Los costes de los bienes intermedios o de aquellos bienes o productos que las industrias tienen que comprar a otras empresas para poder conformar sus productos se han  disparando más de un 16% también fruto como consecuencia de la escasez que hay de materias. Y si hablamos del coste de los fletes, traer algo desde  China  hasta Euskadi se está multiplicando por ocho lo que se pagaban hace unos años.

¿Esto se debe a que se ha deslocalizado demasiado la producción de los suministros?

Una de las enseñanzas que nos deja esta situación, que viene provocada por la pandemia, es hay que tener mejor preparadas las cadenas de suministro. La industria vasca está en general con cadenas muy largas en las que hay mucho subcontratista y mucho proveedor y además son regímenes en muchos casos de externalización de los procesos a países del este o del sureste asiático. Eso ha permitido unas ventajas que en este momento se dieron para reducir costes, pero por otra parte tiene su reto desde el punto de vista de la planificación la contratación de la gestión de los 'stocks' de los inventarios o la propia gestión del transporte.

 

Traer algo desde  China hasta Euskadi se está multiplicando por ocho

 

¿Y eso ahora cómo se soluciona? 

En el medio plazo lo que hay que hacer es plantearse si esa longitud de las cadenas tiene sentido, o si merece la pena buscar proveedores estratégicos más locales qué aporten esas cadenas y que reduzcan la cantidad de veces que se subcontratan y que permitan un mayor control sobre el origen del producto que tú necesitas para poder trabajar. En segundo lugar hay que replantear la relación que tenemos con nuestros proveedores.

¿En qué sentido?

Hasta ahora parecía que las relaciones que teníamos cliente-proveedor se basaban en la relación calidad-precio y como consecuencia de ello las negociaciones con los proveedores eran muy a corto plazo y pocas veces se planteaban relaciones a muy largo plazo. Pero ahora se ven cada vez más necesario una relaciones entre cliente y proveedor que van más allá de los 5 años, una relación es que se intensifica compartiendo mucha información, que ayuda también al proveedor a planificar su producción y que les ayuda ambas organizaciones a planificar el producto terminado. Por lo tanto se está cambiando, a mejor, el que la relación sea cada vez más importante. Es decir, se necesitan cadenas más cortas, cambios en la forma de relacionarse con el proveedor y probablemente a medio-largo plazo se tendrá que visualizar qué parte de la producción tenemos que volver a hacer nosotros es decir deber de reinternalizarse.

 

Hay que replantear la relación que tenemos con nuestros proveedores

 

Vamos, que hay que caminar hacia un cambio de modelo,

El cambio de modelo productivo es una de las consecuencias sobre las que habrá que abrir un debate porque si tú tienes parte de tu producción dentro de tu casa eres capaz de controlarla mucho mejor, pero también tiene otras desventajas. Lo que está claro es que es un debate que hay que abrir.

 ¿Se trata de volver a fabricar todos los componentes lo más cerca posible?

No es tampoco una conclusión tan determinística como esa. Depende de qué empresa de tu cadena de suministro  esté mejor preparada. No quiere decir que toda la internalización sea buena 'per se', sino que lo que hay que hacer es replantearse qué es lo que tiene sentido hacer fuera, teniendo en cuenta que probablemente tengo costes laborales más bajos en países del sureste asiático, pero que ahora tengo que compararlos con costes muy altos en transporte o con la inseguridad en los plazos de entrega. Lo tendré que poner en una balanza. Habrá veces que me convenga tenerlo todo más cerca, pero habrá otros casos en los que tengo un proveedor estadounidense o chino buenísimo y esa parte la tenga que dejar allí. Lo que sí o sí es necesario es repensar y reequilibrar toda la cadena de suministro. 

¿La industria ha cometido errores a la hora de estructurar la cadena de proveedores?

No es que se cometieran errores ni es que se estuviera mejor o peor preparados. Se tomaron decisiones en su momento de un modo racional y con unas variables adecuadas para ese momento, porque era lo que tocaba hacer. Y gracias a ello muchas de las empresas vascas hoy en día están en las posiciones en las que están en cuanto a liderazgo en el sector. En ese momento las estrategias que se hicieron eran las adecuadas probablemente, pero ahora el contexto ha cambiado, y como el contexto ha cambiado y la situación ha cambiado hay que retomar debates que nos ayuden a definir otras estrategias, como por ejemplo la reinternalización, repensar qué es lo que hacemos aquí y qué es lo que subcontratamos, acercar la producción, buscar proveedores más locales y reformular las relaciones con los proveedores. Hay que trabajar para definir nuevas estrategias en un nuevo contexto. 

 

Lo que sí o sí es necesario es repensar y reequilibrar toda la cadena de suministro

 

¿Qué sectores están peor situados en lo que se refiere a la estructuración de sus cadenas de suministros? 

 Creo que el sector industrial, en general, tiene un reto en este sentido,pero  no hay uno que destaque sobre otro. Hay decisiones que pueden facilitar ser más resiliente, que se esté mejor preparado ante situaciones que poco podemos controlar, como una pandemia o una crisis global. 

Afrontar este reto de cambio de modelo en este contexto de crisis ¿puede poner en peligro a algunas de nuestras empresas? ¿Están preparadas?

Creo que esa es una responsabilidad que debemos asumir todos los agentes que tenemos alguna relación con este problema. Por una parte, los gobiernos están haciendo sus deberes incorporando líneas de acción con inversiones, por ejemplo, asociadas a los fondos Next Generation para que se puedan acometer inversiones que ayuden a las empresas; por otra parte, las grandes empresas que tienen todos sus proveedores fuera tienen que hacer una reflexión sobre la sostenibilidad de las decisiones que toman. Y, los proveedores pequeños tienen que aprovechar las agrupaciones sectoriales y las asociaciones para  acometer estrategias conjuntas. Mientras que, nosotros, las consultoras y las asociaciones como Aerce tenemos que poner en el mercado mecanismos para conseguir que las empresas grandes y las empresas pequeñas pueden transferir su conocimiento entre ellas.