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Los supermercados se agarran a las ventas ganadas a la hostelería por la covid-19

El supermercado afronta un 2021 con bajada en ventas después de que el pasado año sus cifras estuvieran "hinchadas" por el trasvase del consumo

18 abril, 2021 13:52

El supermercado afronta un 2021 en el que inevitablemente bajará en ventas si la crisis sanitaria remite, después de que el pasado año sus cifras estuvieran "hinchadas" por el trasvase del consumo de fuera a dentro del hogar y se prepara para intentar conservar parte del terreno ganado a la hostelería. En 2020, compañías como grupo Uvesco cerraban el ejercicio con una facturación récord después del efecto de la pandemia que ha impulsado las ventas en la alimentación y ha empujado, a su vez, las inversiones para afrontar nuevas aperturas este año.

Por el momento, la comparación de las cifras del primer trimestre respecto al mismo período del ejercicio anterior refleja un crecimiento del 1 % del gasto en gran consumo, con un enero y febrero en ascenso y un marzo en "rojo", con semanas de caídas incluso por encima del 30 %. Así se desprende de los datos de la consultora Nielsen que revelan la distorsión provocada por la locura que se desató por comprar masivamente para llenar la despensa en la segunda semana de marzo de 2020, lo que disparó las ventas en más de un 70 % ante el temor de los clientes al desabastecimiento.

"Vemos caídas respecto al año pasado que no son reales, coincidiendo con los momentos de gran acopio que hubo por la covid. La clave para entender las tendencias es comparar los números con los de hace dos años", explica la directora general de Nielsen para España, Patricia Daimiel.  "Hay una parte del gasto que ahora se hace en el supermercado y que está 'prestado' por el consumo que se realiza normalmente fuera del hogar, en la hostelería", recuerda Daimiel, quien incide en que el quid de la cuestión será ver qué porcentaje de ventas recuperan los bares y restaurantes y qué parte se quedan los distribuidores en un escenario pos-covid. Por su parte, el sector de la hostelería, uno de los más afectados por la crisis derivada del Covid asume caídas de la facturación de hasta un 40,9% en Euskadi. Pérdidas generalizadas en todos los subsectores que afrontan con las diferentes ayudas y pactos con arrendatarios.

Por el momento, las cadenas de supermercados ya empiezan a detectar un cambio en los patrones de consumo respecto al año pasado: sube ligeramente la frecuencia de compra -el número de veces que el consumidor acude a la tienda- conforme se va recuperando la movilidad, mientras que el gasto medio por cesta cae. Fueron precisamente las restricciones a la movilidad las que favorecieron a las cadenas que apostaban por la proximidad, como las regionales, según el responsable de distribución y restauración en la patronal del sector de gran consumo Aecoc, Pablo de la Rica, quien subraya la competencia entre los grupos que aprovecharon esta tendencia para ganar en cuota y los que se vieron perjudicados y quieren recuperar posiciones.

Doble competencia 

En este contexto se enmarca la incipiente guerra de precios que se observa en el lineal desde hace meses, con distribuidores que han bajado el coste de algunas de sus referencias como estrategia principal. Algo que se repite en el comercio de alimentación en línea, que se disparó en pandemia para evitar ir físicamente a la compra y afronta el reto de consolidarse como canal.

De esta manera, los grupos de distribución se ven enfrascados en una doble competencia: dentro de su propio sector y frente a los hosteleros, que confían en recuperar terreno durante los próximos meses. Para intentar retener cuota de mercado frente al empuje de bares y restaurantes, los supermercados siguen reforzando su apuesta por la sección de "listo para comer", con comida preparada en la propia tienda.

Según el análisis de Nielsen, el año pasado no tuvo tan buen comportamiento como se preveía, porque nada más llegar la covid las tiendas cerraron esos espacios; además, el consumidor ha pasado más tiempo en casa del habitual y hubo más teletrabajo, lo que ha provocado que, aunque no deje de crecer, haya tenido "un despegue más lento".