Urkullu viaja a Stuttgart para salvar la inversión en Mercedes con una huelga a medio gas en Vitoria

Llega otro día clave para el futuro de Mercedes Vitoria. El lehendakari viaja hoy hasta Stuttgart para reunirse con los directivos de Mercedes Benz y así garantizar que la inversión multimillonaria anunciada por la compañía para la factoría alavesa, finalmente se materialice. Sobre la mesa hay en juego 1.200 millones de euros que son clave tanto para la fábrica -la más grande en Euskadi con 5.000 empleos directos y 30.000 indirectos- como para la economía vasca. Una reunión en la que Urkullu va a trasladar que Euskadi es un "entorno atractivo" para dicha inversión, así como tratar de asegurar la continuidad de los proyectos actuales y de nuevos que puedan llegar.

Que este montante llegue a Euskadi es algo que lleva semanas inquietando tanto a las instituciones públicas como a la dirección de Emilio Titos, quien también participará en ese encuentro, además de la consejera Arantxa Tapia y que estará encabezado por Mathias Geisen, CEO de Mercedes-Benz Vans, la división de furgonetas del grupo. Y es que el clima de conflictividad laboral que hay todavía encendido en la factoría no hace sino aumentar la intranquilidad por el futuro de dicha inversión multimillonaria. Dirección y comité de empresa llevan más de año y medio enfrentados por el nuevo convenio colectivo que es un factor clave para asegurar que ese dinero llegue a Vitoria.

Y este era precisamente el detonante que hacía que las relaciones se recrudecieran aún más. Los sindicatos denuncian que se vincule esta inversión con una mayor flexibilidad, ya que, concretamente, está sobre la mesa la posibilidad de que se active una sexta noche en el turno de noche. Esto ha despertado tres huelgas "históricas" en Mercedes que han paralizado la producción con la participación de todos los sindicatos. Este clima, sumado a la cuenta atrás para del viaje de este miércoles de Urkullu, forzaba a la dirección a lanzar una nueva propuesta: una subida salarial del 5%, la introducción de una nueva paga extra para los trabajadores de 750 euros que se abonarían a partir de septiembre y una subidas del 2% anual de 2023 a 2026. Las reacciones de los sindicatos tardaban poco en llegar y la mayoría del comité se ha bajado de las convocatorias a excepción de ELA, LAB y ESK que las mantienen para este miércoles 6, 7 y 8 de julio.

Miles de personas este miércoles en la manifestación en apoyo a los trabajadores de Mercedes en Vitoria. / EFE

El clima sigue agitado pero las aguas parece que empiezan a calmarse. Hay mucho en juego y por ello se lleva semanas pidiendo tanto desde la Diputación Foral de Álava, como el Gobierno vasco o la propia patronal, que ambas partes se sienten acercan posturas y "cedan" para conservar esos 1.200 millones de euros que si se perdieran sería "verdaderamente trágico". Esa inversión es vital tanto para el resurgir de la Vito eléctrica como para la puesta en marcha de la fábrica de baterías Basquevolt, de la cual Mercedes es ya el primer cliente confirmado.

La férrea unión entre las instituciones públicas y la dirección de Emilio Titos es más que evidente y prueba de ello era la firma de ese Memorando de Entendimiento. Algo que han recriminado en numerosas ocasiones los sindicatos porque a su juicio se trata de una "campaña para presionar a la plantilla" con el fin de que esta asuma las condiciones de la dirección. Por el momento, sí habrá más huelgas en Mercedes pero no con el apoyo de todo el comité y habrá que ver en qué termina este viaje de Urkullu y si la inversión en la factoría Vitoriana sigue garantiza, o si el agitado clima laboral y los parones han hecho tanto ruido como para llegar hasta Alemania y poner en riesgo los planes de futuro.