Ocio

Trucos para sobrevivir a la ola de calor que llega a Euskadi

Según las previsiones, los tres territorios vascos superarán los 35 grados a lo largo de esta semana

13 junio, 2022 18:00

Una ola de calor va a ser la protagonista de estos días en toda España. En Euskadi, el Departamento vasco de Seguridad ha activado sendos avisos amarillos para este martes y el miércoles ya que se esperan temperaturas máximas que pueden alcanzar los 36 grados en el interior y los 26 o 27 en la costa. La Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología ha precisado que los avisos estarán en vigor entre las dos y las seis de la tarde. En ese periodo se prevé que los termómetros registren mañana 35 grados en la zona cantábrica interior y en la zona de transición, y 36 en el eje del Ebro, mientras que en la zona costera se mantendrán en los 27 grados como máximo.

El martes el viento soplará del sur en el interior por la mañana e irá girando al noroeste por la tarde lo que provocará un descenso de las temperaturas e incluso podrían darse chubascos tormentosos que también ayudarían a que bajaran los termómetros, sobre todo en el sur. Para el miércoles también se anuncian temperaturas máximas de 35 o 36 grados en el interior entre las 14.00 y las 18.00 horas, y de 26 en el litoral. El viento seguirá soplando del sur y en las horas centrales girará hacia el nordeste en la costa. 

Bañistas en la Playa de la Concha en San Sebastián en una jornada con más de 37º. / EP

Bañistas en la Playa de la Concha en San Sebastián en una jornada con más de 37º. / EP

Cómo afectan las olas de calor a la salud

Aunque no es muy habitual en Euskadi, estos episodios sí son cada vez más comunes en otros puntos de España. Una ola de calor es un episodio de temperaturas mucho más altas de lo habitual, que se mantienen durante días, e incluso semanas, y que afectan a una importante parte de zonas del planeta, de un continente o de un país. Dentro del continente europeo, España es uno de los países junto con Grecia e Italia que sufre olas de calor cada vez más largas y potentes.

Las fechas más habituales para estos episodios son los meses de julio y agosto pero esta vez se adelanta y llega en junio. Sus consecuencias pueden ser muy peligrosas a nivel de medio ambiente ya que hay más riesgos de incendios forestales. El efecto de los rayos del sol y del excesivo calor también puede ser peligroso para la salud, en especial en las personas más vulnerables como niños, personas mayores y enfermos. También hay que tener mucho ojo con las mascotas. De cara a afrontar estos días de excesivo calor, los expertos dan una serie de recomendaciones.

Evitar las olas centrales del día

La primera de las recomendaciones de los expertos pasa por no salir de casa en las horas central del día, salvo que no haya más remedio. Durante esas horas, los rayos del sol llegan de manera más directa y tienen un mayor impacto en el suelo y también en el organismo. Si no se puede evitar salir, piden que se haga con una buena protección solar, gafas de sol, ropa clara y gorras o sombreros. De esta manera, la piel estará menos expuesta. En lugares cerca de la playa, la protección solar pasa de una recomendación a algo más serio y relamente necesario.

Una mujer bebe agua durante una ola de calor. / EP

Una mujer bebe agua durante una ola de calor. / EP

Beber dos o tres litros de agua al día para no deshidratarse

Los expertos recomiendan beber de dos a tres litros de agua al día, de manera continua y en pequeñas cantidades, para evitar la deshidratación en la ola de calor. "Cuando sudamos, perdemos líquido y sales minerales, que si no reponemos adecuadamente, podemos sufrir síntomas como dolor de cabeza, mareos o calambres. Algunos de estos efectos podrían acarrear consecuencias severas. De ahí que, identificar los problemas de salud que el calor ocasiona resulta vital para tomar las medidas adecuadas", aseguran.

Las personas mayores, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, los niños y las personas enfermas son más vulnerables a los efectos del calor y la deshidratación. Además, no hay que perder de vista tampoco a los trabajadores al aire libre o a aquellas personas que practican actividad física intensa, quienes deben poner especial hincapié en asegurarse una hidratación correcta.

Una alimentación adecuada

La alimentación también es una clave importante. Las recomendaciones pasan por tomar alimentos ricos en agua, como frutas, verduras u hortalizas y evitar el consumo de bebidas alcohólicas porque, paradójicamente, no nos ayudan a hidratarnos. Las comidas copiosas tampoco son una buena idea. De hecho, lo mejor es evitarlas porque obligan a digestiones pesadas. La digestión es un esfuerzo físico que ejerce el cuerpo aunque esté en reposo. “Si haces una comida muy pesada, el cuerpo pierde mucha energía para procesarla”, apuntan los expertos.

Un hombre pasea en bicicleta con su perro. / EP

Un hombre pasea en bicicleta con su perro. / EP

Cuidado con el deporte y ejercicio físico

También hay que tener cuidado con ejercicio físico y el deporte, especialmente al aire libre. La recomendación es la de evitar las principales horas del día para practicar bicicleta, caminatas, footing…hay que procurar hacerlo a primera hora de la mañana o por la noche, cuando empieza a refrescar. Además, hay que tener muy en cuenta la necesidad de hidratarse antes, durante y después de hacer ejercicio.

Las ventanas: cerradas y de día y abiertas de noche

Una buena ventilación ayuda mucho a sobrellevar las olas de calor. Mientras se está en casa, lo más recomendable es que las habitaciones estén cerradas y cuanta más oscuridad mejor, al menos hasta que pasen las horas centrales de sol. Cuando empiece a bajar, es el momento de ventilar la casa y que entre el aire más fresco, sobre todo por la noche. Incluso si entra algo de aire, lo mejor es esperar cuanto más tarde mejor y durante la madrudaga dejar las ventanas bien abiertas, y cerrar antes de que el calor de la siguiente jornada empiece a aparecer para mantenerlo fresco a la mañana siguiente.

Una mujer enciende el aire acondicionado en una oficina. / EP

Una mujer enciende el aire acondicionado en una oficina. / EP

Ojo con cómo usar el aire acondicionado

Los expertos aseguran que encender el aire acondicionado puede generar un alivio instantáneo frente al calor extremo, pero esta opción puede conllevar riesgos. Aseguran que eeseca el aire y si no se incrementa la ingesta de agua puede llevar a deshidratación”. Además, el contraste de temperaturas supone peligros para nuestro organismo ya que toda la piel se dilata para termorregular, la sangre se dirige a la piel y baja la tensión. Esto puede producir síncopes de calor y mareos”.

A pesar del aire acondicionado, la temperatura ideal de nuestro cuerpo debería mantenerse entre 24º y 28º grados. Cruz Roja recomienda no utilizar el ventilador si dentro de la vivienda se superan los 35º, porque este aparato solo mueve el aire, no lo enfría. Para enfriar el aire hay otro posible truco: colocar hielos delante. De esta manera, dara una sensación de que el aire que corre es fresco y puede ayudar a concilar el sueño. También se puede recurrur a mojarse la nuca.

Ducharse de manera correcta

Duchas cortas y templadas. Esta es la mejor manera de bañarse durante una ola de calor. Darse una ducha de agua tibia antes de meterse en la cama, y permanecer mojado, es también una buena idea para sentir que el cuerpo está frío. Por las noches es importante, más que por el día, cenar bastante ligero para que la digestión no haga que nuestro organismo, automáticamente, mantenga el calor. Como siempre, beber mucha agua, incluso antes de ir a dormir, aunque tengamos que ir al baño, es la mejor opción para mantenernos hidratados las 24 horas del día.