Pongamos que digo que estoy haciendo una consulta en la que pregunto al pueblo soberano hasta que grado están hartos del acento de Txomin del Regato que Andoni Ortuzar pone en los Alderdi Eguna, y adelanto que el 81% de los encuestados responde que bastante o muy hartos. Estoy seguro de que este porcentaje, sobre esa hipotética pregunta, en esa encuesta fake que he dicho que hago, está más cerca de la realidad que el famoso 81% de militantes o simpatizantes del PNV que piden romper con Pedro Sánchez, si no se cumple lo que dicen ellos que ha prometido.

Con el PNV se vuelve a cumplir la máxima de que todas sus tonterías encuentran amplio respaldo en los medios vascos, principalmente en el principal grupo editorial del territorio. Hasta tres veces han dado pábulo a la famosa consulta del PNV, realizada a través de una web y que no cuenta con una sola garantía procedimental que convierta la ocurrencia en encuesta. Hasta tres veces ha ocupado la noticia amplios espacios informativos. Me dirán ustedes.

La última fue ayer, en el día del PNV, cuando Ortuzar tuvo además el cuajo de hacerse la víctima ante las supuestas reacciones de los analistas políticos a ese 81% de ¿peneuvistas? ¿vascos? ¿personas imaginarias? que quieren dejar de apoyar al presidente de España y a su gobierno. Ni con Sánchez ni con Feijóo, nuestro compromiso es Euskadi, vino a decir el líder nacionalista vasco.

Mi opinión es que es mentira. Todo es mentira. El dato, por supuesto, la encuesta, falsa, las ganas de romper, suicida … Ni hay agua, ni hay piscina para esos alardes y arranques de orgullo herido. Lo fundamental para el PNV es sostener el Gobierno de Madrid hasta que Pedro Sánchez disuelva o Podemos abandone

Mi opinión es que es mentira. Todo es mentira. El dato, por supuesto, la encuesta, falsa, las ganas de romper, suicida … Ni hay agua, ni hay piscina para esos alardes y arranques de orgullo herido. Lo fundamental para el PNV es sostener el Gobierno de Madrid hasta que Pedro Sánchez disuelva o Podemos abandone, y después rogar y rezar para no tener que dar la consigna de prestar votos en Euskadi al PSOE para engordar su cuenta de diputados, e impedir un gobierno de derecha extrema. Y no hay más. Ni cercanías, ni ordenación del litoral, ni meteorología, ni nada. Nada de eso hará que el PNV deje caer a Pedro Sánchez.

Suecia primero, Italia después, son dos claros avisos para navegantes. El PNV y el resto de partidos que forman el llamado bloque de la investidura deberían estudiar esa lección detenidamente. No es suficiente que haya un buen gobierno, y parece que en ambos casos los ejecutivos preexistentes, en los países citados, estaban bastante por encima del aprobado. Basta con que se den las condiciones idóneas para la tormenta perfecta.

El esquema ha sido similar en los dos lugares. El socio populista deja caer al gobierno progresista de turno y éste se ve obligado a convocar unas elecciones en las peores condiciones, después de una pandemia como la del Covid, la guerra en Ucrania, las malas previsiones económicas derivadas de la misma y con la presión de los oligopolios y sus terminales mediáticas, preocupados porque les van a tocar los beneficios más temprano que tarde. Y en toda Europa, por cierto.

Frente a un futuro complicado, deja de funcionar la racionalidad, las llamadas al sacrificio y a la responsabilidad, sobre todo de los que más tienen, y triunfa el nacionalismo, las banderas, las promesas de bajar impuestos y de devolver Suecia a los suecos, Italia a los italianos y España a los españoles. Y los beneficios no se tocan.

Lo que venga después, en los siguientes años, es “terra incognita” aunque hay ejemplos históricos suficientes para dibujar algún escenario no demasiado amable.  Mientras tanto, Putin moviliza a la población, la guerra se estanca, el invierno será más frío y nos pillará a los europeos más desunidos. Orban, Meloni y Akesson son los nuevos heraldos del desastre anunciado ¿Se sumará España a esta ominosa falange?

Así que no, Andoni Ortuzar. Ni romper, de dejar caer, ni nada de nada. Remar, aguantar, apretar los dientes y hacer lo posible para que, entre todos, el populismo español de las Ayuso y Olona, de los Abascal y Feijóo, de los impuestos bajos a costa de los servicios públicos, de las noticias fake amplificadas por sus voceros, … se desinfle. Y si quiere usted ayudar, influya donde pueda para que algunas empresas y medios que han emprendido una cruzada suicida, se salgan de la misma y se vengan al lado de la democracia que, como usted ya sabe, es el peor de los sistemas políticos, si exceptuamos todos los demás.

Winter is coming.