La consejera de Salud del Gobierno vasco, Gotzone Sagardui, ha de afrontar la difícil gestión de contagios generados por la covid-19. La irrupción de la variante ómicron ha dejado unos cuadros sin precedentes que han atascado los procesos administrativos de Osakidetza. Las empresas, en estos primeros días del año, han tenido que hacer frente a una dificultad añadida: la gestión de sus trabajadores que quedaban en el limbo del alta y la baja laboral tras haber dado positivo. Es cierto que determinados colectivos, como el médico y el de enfermería, presentan serias dificultades para encontrar profesionales que contratar, pero refuerzos administrativos cuando además hay recursos económicos sí son más asequibles. Es la demanda que Confebask realizó al Gobierno esta semana en su vista al lehendakari: más agilidad en la gestión de las bajas para que no ponga en riesgo la producción.