Este mismo verano ha terminado la reforma de la terminal del aeropuerto de Foronda y ha bastado la coincidencia de dos vuelos internacionales para que la infraestructura aérea de la capital de Euskadi haya dejado, en pleno temporal, a cientos de personas en la calle. Está claro que desde la dirección y desde Aena se hace necesario una mejor previsión y gestión si se quiere potenciar el aeropuerto.