La fábrica de la multinacional alemana es uno de los motores económicos de Euskadi con sus 5.000 trabajadores, una dimensión que la hace además determinante para el sector vasco de la automoción. Así que las previsiones de construir 158.000 unidades el año que viene son, por lo menos, un balón de oxígeno para esta industria que, en este 2021, se ha descolgado de la recuperación por falta de suministros clave, como los chips semiconductores.