El PNV ha protagonizado esta semana una extraña 'yenka' con su pasito para adelante, otro para atrás, con la reforma laboral. En un primer momento rechazó el acuerdo alcanzado entre CEOE y sindicatos y respaldado también por la patronal vasca, Confebask, por entender que no salvaguardaba del todo el 'ámbito vasco de negociación laboral'. Luego criticó la tramitación del acuerdo como norma de artículo único, sin posibilidad de presentar enmiendas, pero también señaló que no quería "boicotear" la aprobación. El caso es que el dicho ámbito autonómico para los acuerdos creado en 2017 gracias al pacto entre patronal vasca y sindicatos solo ha alumbrado dos convenios y evidencia que el escenario de negociación laboral sigue siendo provincial. Así que parece más una escenificación de los jeltzales que otra cosa.