Existen pocos partidos menos fiscalizados política y mediáticamente que el Partido Nacionalista Vasco, y con la piel más fina.

Políticamente, en la comunidad autónoma que gobierna, ésta, su coalición con el Partido Socialista de Euskadi le otorga la mayoría absoluta en el Gobierno vasco y en las Diputaciones forales, así como en las tres capitales y en la mayor parte de los ayuntamientos. Enfrente una oposición compuesta por un Podemos en retroceso y de camino a la marginalidad, un Partido Popular testimonial y un Bildu fuerte, pero no lo suficiente, ya que no podrá liderar ninguna alternativa al PNV mientras no resuelva sus lagunas éticas y no meta en el redil, por lo civil o por lo militar, a sus irredentas “escisiones”.

En España no gobierna, de momento, pero sabe que sus votos y, aún más, su apoyo al gobierno de Pedro Sánchez, llevan aparejados un plus de “respetabilidad” del que el ejecutivo español no puede prescindir.

Mediáticamente, el PNV es a Euskadi lo que Feijóo es a Galicia, intocable. Por un lado, controla los medios públicos vascos, radio y televisión, tanto en su apartado editorial como en los contenidos de muchos de los programas. Es un control “soft” donde ya no hace falta decir lo que hay que hacer porque ya está asumido por muchos de los profesionales que hacen posibles esas emisiones. Y paro aquí. 

 

Mediáticamente, el PNV es a Euskadi lo que Feijóo es a Galicia, intocable

 

En cuanto a los medios de comunicación privados, en el sector prensa escrita, basta recordar que uno de los grupos es de ellos y el otro es el editor del ABC. Si a este dato unimos que apenas hace cinco meses, el ejecutivo de Urkullu regó con tres millones y medio de euros al Grupo Noticias (PNV) y a Vocento (El Correo y el Diario Vasco), la fotografía que sale es nítida: señores, sabemos que lo estáis pasando peor que mal, vuestros ingresos publicitarios y las ventas de ejemplares caen y os soportáis, cada vez más, en la publicidad institucional, que es mucha y diversa, así que, como le dijo el paciente al dentista mientras le aferraba los testículos, mejor no nos hagamos daño. A las radios privadas en Euskadi les pasa otro tanto, por eso entre ellas repartieron un millón doscientos mil euros de todos los vascos y vascas. 

Y por eso, queridos amiguitos, en Euskadi no hay marcaje, digno de tal nombre, al partido mayoritario. 

Tanta delicadeza en el trato, por convicción o por miedo, ha desarrollado una baja tolerancia del cuerpo jeltzale a los gérmenes. La piel se les ha vuelto fina y cada crítica, cada denuncia, cada interpelación es vivida en el seno de Sabin Etxea como un ataque peligroso y desleal de malos vascos resentidos. 

 

Tanta delicadeza en el trato, por convicción o por miedo, ha desarrollado una baja tolerancia del cuerpo jeltzale a los gérmenes

 

La semana pasada, el PNV filtró su extremo malestar por un informe de Zedarriak que certificaba que Euskadi «ya no ocupa posiciones de liderazgo», algo que, al parecer, asume el mundo económico vasco, representado por Confebask. El foro Zedarriak ponía negro sobre blanco algo que muchos lectores de periódicos (es decir, pocas personas) ya intuíamos. Que tenemos un problema de deslocalización de centros de decisión, falta de atracción de nuevos inversores y de profesionales de alta cualificación, una educación no alineada con las necesidades de las empresas, un déficit demográfico importante y una débil situación en materia de investigación y desarrollo. Nada nuevo créanme. 

Como tampoco fue nueva la áspera reacción jeltzale, ratificada en el Domingo de Glora, durante el Aberri Eguna por el propio lehendakari. Están molestos, perplejos, enfadados, indignados, incluso traicionados, ya que algunos de los integrantes de Zedarriak hasta son militantes del PNV. Una fantasía, vamos, por la que ya han sido “reconvenidos”. Por amor de Dios.

 

Están molestos, perplejos, enfadados, indignados, incluso traicionados, ya que algunos de los integrantes de Zedarriak hasta son militantes del PNV

 

Otra situación que ha contribuido al eccema cutáneo del PNV, en relación con los empresarios vascos, ha sido la asistencia de destacados líderes económicos a la conferencia de Díaz Ayuso en Vitoria. Control, amigos. Páseme la lista que se van a enterar. Una reacción de niñato malcriado, permítanme la licencia. Yo les recomendaría leer “Manual de resistencia”, de Pedro Sánchez, solo por molestar.

Fíjense, el principal periódico de Euskadi contrata colaboradores y opinadores de casi todos los colores y condición. Es bastante plural. Ninguna de estas tribunas, se lo aseguro, se enfoca en exclusiva a criticar permanentemente las decisiones políticas o económicas del partido mayoritario, del PNV. De hecho, la crítica que se hace es muy medida y casi siempre editorial.

 

Otra situación que ha contribuido al eccema cutáneo del PNV, en relación con los empresarios vascos, ha sido la asistencia de destacados líderes económicos a la conferencia de Díaz Ayuso en Vitoria

 

Sin embargo, este mismo diario mantiene una permanente presencia de articulistas que critican diariamente, y de manera feroz, al Gobierno de España. Ya sea en sus páginas de política, ya sea en sus páginas de economía. Esas mismas personas, cuando tienen que meter en sus sueltos las siglas PNV, matizan y relativizan hasta la náusea sus opiniones. 

Es decir, que aquí al PNV se le trata muy bien. Que no se pueden quejar. Y mira, yo ya entiendo que es complicado someter a los tycoons vascos. No les hace falta dinero, ni tienen especial querencia a tener la sede en la Gran Vía. Y tienen abogados prestigiosos, muchos de ellos del PNV, para pleitear si la administración es injusta con ellos. Así que poco miedo les dan. Tenían que haberse dado cuenta cuando se opusieron al plan Ibarretxe. 

Piel fina.