La situación epidemiológica en Euskadi empeora de forma muy preocupante. Dos días consecutivos con más de 1000 nuevos infectados y una incidencia acumulada por encima de los 500 casos, convierten a la Comunidad Autónoma en la que peores registros presenta de toda España. La presión sanitaria se agrava con un aumento relevante en el número de hospitalizaciones. Alguien dirá que era algo previsible: una semana santa con movilidad en el territorio, la posibilidad de interaccionar socialmente en espacios cerrados, la imposibilidad de rastrear de forma efectiva todos los presuntos contactos y una variante de origen inglés mucho más transmisible extendiéndose por el territorio.

Finalizamos una semana en la que se han producido novedades importantes en relación a las vacunas. En primer lugar, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha avalado el uso de la vacuna de Janssen pese a hallar posibles vínculos con casos de trombos (una situación similar a la de AstraZeneca). La Agencia Europea del Medicamento mantiene que los beneficios de la vacuna superan a los riesgos, algo que indiscutiblemente podríamos extender al resto de medicamentos aprobados en Europa. Por cierto, un artículo científico basado en un ensayo clínico con 40.000 voluntarios concluye que la vacuna de dosis única de Johnson & Johnson muestra una eficacia del 66% frente a infección y del 85% frente a la COVID19 grave. Además, el estudio recoge la respuesta de la vacuna frente a la temida variante sudafricana, una de las que más preocupación genera debido a su capacidad parcial de evasión inmunológica. Pues bien, incluso frente a esta variante, los datos de eficacia son del 64% frente a la enfermedad moderada, y del 82% frente a la grave. En definitiva, resultados que avalan ampliamente su uso inmediato.

 

Las vacunas son efectivas y seguras, reducen el riesgo de enfermedad tanto leve como grave, en todas las franjas de edad y parece que son capaces incluso de reducir la transmisión asintomática

 

Desde hace semanas, analizo la situación de países con pautas de vacunación más rápidas que la nuestra con el ánimo de encontrar en ellos algo de esperanza, pero también un reflejo futuro del impacto de las vacunas. Reino Unido, por ejemplo, que decidió apostar meses atrás por vacunar con una dosis a cuanta más gente mejor, apenas registra en la actualidad fallecidos por COVID19 en una población de 66 millones de habitantes. Gibraltar e Israel has relajado alguna de las normas de prevención frente a la pandemia como la de eliminar la necesidad de mascarilla en espacios al aire libre. De hecho Israel está logrando contener la pandemia de forma realmente eficaz. Apenas registra unas decenas de infectados y aun menos fallecidos. Un dato destacable, es que estos resultados se logran con el 57% de la población con 1 dosis y el 55% totalmente inmunizado.

Meses después del programa de vacunación más ambicioso y rápido de la historia de la humanidad, creo honestamente que podemos sacar las primeras conclusiones. Las vacunas son efectivas y seguras, reducen el riesgo de enfermedad tanto leve como grave, lo hacen en todas las franjas de edad, alivian a los pacientes con COVID19 larga o persistente y parece que son capaces incluso de reducir la transmisión asintomática. Los datos en Israel abren además una gran pregunta, ¿podrá un pauta completa de inmunización en el 60% de la población ser suficiente para lograr contener la pandemia? ¿Cuándo llegaremos en Euskadi a ese umbral de seguridad?