Erika Tavares, de 37 años era asesinada por su exmarido el pasado martes en Vitoria. Al salir del trabajo, ambos trabajaban en la fábrica de Mercedes en la capital alavesa, su expareja la degollaba con sus dos hijos, de 17 y 13 años que dormían en casa mientras se produjo la mortal agresión. Esta noticia ha sacudido a la ciudad de Vitoria que se ha manifestado a lo largo de toda la semana contra la "masacre" de la violencia machista.