Marisquerías donde darse un pequeño (o gran) capricho al paladar

Bodas, bautizos y comuniones. Tres eventos sociales donde no es raro que entre las delicias que conforman el menú aparezcan preciados tesoros del mar: el afamado marisco. En una época donde no hay celebraciones o estas se reducen a la mínima expresión, puede que decaiga el consumo de marisco. Sin embargo, una buena opción, siempre que se pueda, es acercarse hasta algunos de los establecimientos vascos donde este manjar es santo y seña. 

Por eso, si uno quiere darse un homenaje (en función de lo que ese día quiera comer o gastarse) siempre podrá hacerlo aprovechando, además, los múltiples beneficios que tiene el comer este tipo de crustáceos y moluscos. Estas son algunas de sus bondades si se mira desde el plano de la salud: su baja proporción en calorías ya que apenas tiene grasa, su alto valor nutricional gracias a los aminoácidos esenciales, su composición en minerales que favorece el buen estado de ánimo, así como su fácil preparación. Y es que, salvo recetas más elaboradas, en muchos casos el marisco queda perfecto con un poco de aceite y ajo a la plancha. 

Marisquería Ipar Itsaso

Vivir en Vitoria-Gasteiz, o en el territorio alavés, y no haber ido al menos una vez en la vida a probar los productos de Marisquería Ipar Itsaso es todo un pecado. Un local gastronómico que abrió sus puertas hace más de 25 años gracias a la ilusión, el esfuerzo, el tesón y el trabajo del matrimonio formado por Ángel y Tere. Desde esa apertura, este restaurante emblemático que se llena de familias los fines de semana ha sabido dar con la fórmula perfecta para ofrecer a sus clientes todo el sabor del mar con ingredientes y productos de la más alta calidad. 

Es la nueva generación familiar la que se ha incorporado a un negocio que sorprende con su propuesta de elegir la comida justo antes de ser cocinada y degustada. Así, tras la espera pertinente al turno correspondiente, cada comensal puede optar por el pescado y marisco expuesto a la vista de todos en la pescadería situada nada más entrar en el restaurante. Un ritual gastronómico en el que se pagan al peso las piezas compradas que, posteriormente, pasan por las planchas para darles el toque final con el que todo amante del marisco sueña nada más cruzar esta puerta. Por si fuera poco, la amplia carta de este restaurante familiar también ofrece entre sus especialidades, ya fuera del marisco, chuletón de ganado mayor de Galicia a la brasa, jamón ibérico, chuletillas, solomillo de buey y todo un surtido de postres caseros. 

Marisquerías donde darse un homenaje / MARISQUERÍA URRUNAGA OFICIAL

La Rampa

En el mismo corazón del muelle pesquero de la capital donostiarra se levanta este otro restaurante también de tradición familiar. La familia Iraregui es la encargada de ofrecer a sus clientes los mejores pescados y mariscos de ese mar que tienen a pocos metros y con los que han conquistado los paladares más exigentes durante las cuatro generaciones que han pasado por este establecimiento. Todo un espacio con solera en la ciudad y cuyo secreto se basa en la calidad y en una preparación sencilla en el punto justo de sabor. 

Es así como desde su cocina dan vida a especialidades como el mero, el besugo, el rodaballo, el txipirón de anzuelo o sus apreciadas y aplaudidas parrilladas de marisco. Platos rebosantes de gambas, langostinos, mejillones, cigalas, langosta, percebes, nécoras, centollos, almejas o carabineros. Lo dicho, todo un placer para los sentidos y al que se une una propuesta de lo más especial como son las otras. Eso sí, los que se hayan quedado con hambre siempre pueden pedir una deliciosa chuleta de ternera antes de dar paso a unas natillas hechas con todo ese sabor tradicional y familiar. 

Mazarredo Marisquería Restaurante

Este viaje por lo mejor del mar, pero en plena tierra firme, termina con otro candidato perfecto para darse ese capricho culinario. Es el caso del restaurante Mazarredo, ubicado en la alameda del mismo nombre en plena capital vizcaína. El lugar perfecto para esa comida de pareja o en familia (si no son muchos miembros) y disfrutar de las diversas opciones en la mesa que tienen. Varios menús entre 33 y 42 euros por persona para deleitarse con surtidos de ibéricos, langostinos, pulpo, solomillo, chuleta, postres... 

Pero, como aquí se ha venido a comer marisco (como diría aquel), la mejor opción es dar cuenta de una de sus tres parrilladas con precios que oscilan entre los 50 y los 80 euros con IVA incluido y para dos personas. Todo un festín para los sentidos y donde no faltan nécoras, algún que otro buey de mar, langostinos, gambas, almejas, navajas, mejillones, zamburiñas, nécoras y hasta el rey del marisco, el bogavante.