Política

La dirección y los críticos de EA evidencian su ruptura con otros dos congresos paralelos

Eba Blanco acusa a los críticos de no ir a la cita porque "saben que perderán", mientras ellos presentan, a escasos metros, un manifiesto suscrito por 30 coordinadores locales en el que lo rechazan

19 noviembre, 2022 13:43

Día de congreso extraordinario de EA. La secretaria general de Eusko Alkartasuna, Eba Blanco, ha acusado este sábado a los críticos de no participar en la cita que se celebra en Bilbao porque "saben que van a perder". El sector crítico ha presentado, en otro acto a poca distancia del congreso, un manifiesto suscrito por 30 coordinadores locales, entre ellos los de las cuatro capitales, en el que rechazan el "pseudo-congreso" y denuncian la falta de democracia interna en EA. Esta división ya fue evidente en febrero en Vitoria con la celebración, también, de dos congresos paralelos.

Eusko Alkartasuna, un partido histórico, está sumida en una grave crisis interna desde 2017, una división política que tuvo su origen en el papel y el peso del partido dentro de EH Bildu, coalición que los dos sectores apoyan, y que en los últimos años ha derivado en un enfrentamiento judicial. En 2019 el sector oficial anuló avales del candidato crítico Maiorga Ramírez, que no pudo presentarse a las primarias que dieron la secretaría general a Eba Blanco.

Periplo judical y suspensión de las elecciones

El pasado febrero la dirección expulsó a Ramírez y a otros tres dirigentes del sector crítico de Navarra, Gipuzkoa y Álava, que cuenta con el apoyo del fundador del partido y exlehendakari Carlos Garaikoetxea, y se celebró un congreso sin los "críticos", aunque los acuerdos de ese cónclave, entre ellos la elección del secretario general sin primarias, quedaron suspendidos después por un juzgado de Vitoria. Además, en otro fallo el juzgado ordenó también repetir las primarias de 2019 de las que Maiorga fue expulsado.

Según recoge Efe, ahora se repite ese congreso extraordinario del sector oficial, tras denegar otro juzgado de Vitoria su suspensión cautelar ya que la validez del cónclave y de los acuerdos que adopte se verá posteriormente en los tribunales.

Blanco ha declarado hoy que este congreso cuenta desde ayer con "todas las garantías judiciales" pese al recurso de "ciertas personas" para paralizarlo, "las mismas que en febrero pedían un congreso presencial, urnas y papeletas". "Hoy y mañana las tienen y, de nuevo, no han querido participar en el órgano de decisión más importante del partido y donde se garantizan los derechos de participación de la afiliación porque saben que van a perder", ha manifestado.

Miren Aranoa, Iratxe López de Aberasturi y Mikel Goenaga, sector crítico de EA. / EP

Miren Aranoa, Iratxe López de Aberasturi y Mikel Goenaga, sector crítico de EA. / EP

Encaje dentro de EH Bildu

La dirigente del sector oficial ha sostenido que la crisis de EA no es una "cuestión política ni de encaje en EH Bildu, es una cuestión de poder y saben que no van a ganar. Montarán el circo como otras veces -ha agregado- pero si de verdad quieren participar han tenido una oportunidad grandiosa de votar con el resto de la afiliación" en las asambleas locales para eligir los 157 compromisarios. "Hasta que no admitan lo que la afiliación de este partido decide esto no va a terminar", ha vaticinado Blanco.

El manifiesto presentado hoy por el sector crítico señala que "ni siquiera un 10 %" de la afiliación ha participado en las asambleas locales de elección de compromisarios para el congreso y que en Navarra solo han tomado parte 6 afiliados. "Es un congreso orientado a intentar, mediante el cambio de Estatutos, suprimir la elección (de la secretaría general) mediante primarias, a sabiendas de que la orden judicial (que ordena su repetición) es previa y por lo tanto no va a verse condicionada por esta treta", han criticado.

Para este grupo, "la desesperada huida hacia delante de la dirección de Eba Blanco no tiene sentido ni destino alguna", por lo que piden un acuerdo para evitar "seguir sumiendo a EA en el negro pozo de la vergüenza política y pasar de su disolución en EH Bildu a su práctica desaparición".