Guerra de Bildu y PNV por los pactos con Sánchez: "Llegan al autogobierno tras 41 años"

No es una novedad que el PNV y Bildu peleen por sacar más 'tajada' al Gobierno central. Pero sí es nuevo el nivel de enfrentamiento al que están llegando ambos partidos nacionalistas a cuenta de las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado. Tanto los jeltzales como la coalición soberanista negocian sus pactos con el Ejecutivo de Pedro Sánchez para apoyar las cuentas, pero su competición está mutando en guerra abierta. 

El último episodio de esta guerra entre los dos partidos se vivía este mismo jueves, a raíz de que Bildu anunciase a bombo y platillo, mediante una comparecencia urgente en el Congreso, su acuerdo para que las haciendas forales de Euskadi y Navarra gestionen los impuestos especiales que el Ejecutivo ha puesto en marcha para la banca y las grandes empresas eléctricas. 

El diputado de Bildu Oscar Matute destacaba que a través de este acuerdo con el Gobierno, su grupo "consigue así defender el autogobierno y blindar sus competencias propias". Esa mención al "autogobierno", que en honor a la verdad nunca ha sido habitual en las declaraciones de los portavoces de Bildu, facilitaba la respuesta irónica del PNV. 

"41 años después"

Porque pocas horas después de conocerse el pacto, los peneuvistas ironizaban con esta afirmación en un comunicado: "El PNV se felicita, además, por que EH Bildu se sume, 41 años después, a la defensa del Concierto Económico tras acordar con el PSOE la participación de las instituciones forales en estos gravámenes, como recogía también una enmienda del PNV". 

Más en concreto, la diputada peneuvista Idoia Sagastizabal denunciaba que el acuerdo del Gobierno y Bildu se basaba precisamente en una enmienda presentada por el PNV. “La transacción se ha realizado sobre la literalidad de una enmienda de mi grupo que sí que regulaba bien esta cuestión”, decìa Sagastizabal, que agregaba que “resulta curioso que no nos hayan dejado entrar en esa transaccional”. 

Dos pactos simbólicos

Más allá de las declaraciones, lo cierto es que resulta cuanto menos llamativo que el acuerdo entre el Gobierno y la coalición abertzale se anunciase precisamente este jueves, justo después de que el Ejecutivo vasco presentase junto al Gobierno central también en Madrid el acuerdo para la renovación del cupo vasco. 

Esos dos pactos evidencian dos asertos innegables. Uno es que la guerra entre el PNV y Bildu por exhibir su "utilidad" en el Congreso de los Diputados sigue abierta. Y el otro es que, como ya vaticinó este periódico semanas atrás, ambos respaldarán las cuentas de Sánchez.