Política

El orgullo socialista emerge en Gipuzkoa

El PSE se revuelve ante el "sometimiento" del PNV, que le ha dejado solo en Irun, Eibar y Lasarte, en vez de arrimar el hombro gobernando en coalición en plena pandemia

5 diciembre, 2020 05:00

En un Gobierno de coalición es el socio pequeño el que electoralmente acaba perdiendo. Esta máxima dejó de ser una hipótesis el año pasado para convertirse en un hecho. Dos profesoras, Jae-Jae Spoon y Heike Klüver, analizaron 219 elecciones en 28 países europeos desde 1972 hasta 2017. Y llegaron a una conclusión: que los partidos que se mantienen en la oposición obtienen mejores resultados electorales. La Academia vino a respaldar una teoría que ya era de sobra conocida en los despachos de todos los estrategas políticos. También entre los de Sabin Etxea, por supuesto.

El alcalde de Irun, el socialista José Antonio Santano, hacía hincapié esta semana en una pregunta: "¿por qué el PNV es oposición en las ciudades que gobernamos los socialistas?". Santano, que no es precisamente nuevo en esto, ya sabía la respuesta de antemano. Que tras una estrategia política siempre hay números. Y que tras los números siempre hay personas que los analizan. Y el PNV, que no ha tenido problemas a la hora de sumar sus concejales al PSE para cogobernar en Andoain o Pasaia, donde EH Bildu fue la fuerza más votada, no estaba dispuesto sin embargo a subirse al carro de los Gobiernos en los Ayuntamientos de Irun, la segunda ciudad de Gipuzkoa, Eibar, la cuarta en población, o Lasarte-Oria. Porque allí gobiernan los socialistas, y si ellos formaran parte serían el socio minoritario. El que acaba perdiendo. Así que en estos tres municipios se han quedado en la oposición, a la espera de 2023, aun pudiendo dotar de estabilidad Institucional a estos Consistorios en plena pandemia.

El PNV no ha tenido problemas a la hora de sumar sus concejales al PSE para cogobernar en Andoain o Pasaia, donde EH Bildu fue la fuerza más votada

Los números dicen que el PNV viene sumando votos en estas tres localidades, progresivamente durante la última década, desde las elecciones municipales de 2011 hasta las de 2019. Sin excepción. El Partido Socialista de Euskadi, que sigue gobernando en ellos tras demostrar un sólido respaldo electoral, no ha podido ocultar su decepción tras la decisión jeltzale de permanecer en la oposición, a pesar de que podrían cogobernar con ellos en un momento crítico como el actual, con la pandemia azotando a las economías domésticas en cada esquina de cada pueblo y ciudad.

No estaba dispuesto sin embargo a subirse al carro de los gobiernos en Irun, la segunda ciudad de Gipuzkoa, Eibar, la cuarta en población, o Lasarte-Oria, porque allí gobiernan los socialistas, y si ellos formaran parte serían el socio minoritario

Los socialistas guipuzcoanos hubieran deseado "lealtad" en el PNV, la misma que según ellos ha demostrado el PSE, pero han encontrado "un bombardeo" desde la oposición. Los socialistas guipuzcoanos ven en ese comportamiento estratégico "la tradicional actitud de sometimiento que tratan de infligir siempre en el PNV", la "soberbia de quien se cree dueño y señor de todo". El PSE ya ha anunciado que tomará medidas en el territorio guipuzcoano ante la falta de "compromiso" del PNV en las ciudades de Irun, Eibar y Lasarte. Medirán, a partir de ahora, los apoyos que puedan ofrecer a los jeltzales en aquellos municipios en los que el PNV lidere en solitario sus Ayuntamientos y requieran de la colaboración del PSE. El orgullo socialista comienza a emerger en Gipuzkoa.