Política

"Pakito", uno de los más sanguinarios dirigentes de ETA, en libertad.

Dirigió el comando Argala, que causó 37 muertes y fue detenido en la operación contra la cúpula de ETA en Bidart, en 1992

11 diciembre, 2020 21:19

Francisco Múgica Garmendia, alias Pakito, ha salido este viernes de la cárcel aragonesa de Zuera después de que la Audiencia Nacional aceptara su recurso con la liquidación de su condena y adelantara su puesta en libertad en unos meses.

Pakito fue uno de los máximos dirigentes de la organización terrorista durante la segunda mitad de los años 80 y principios de los noventa, hasta que fue detenido el 29 de marzo del 92 en la operación de Bidart, una de las más importantes contra la cúpula de ETA.

Pakito, José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, supuesto ideólogo de ETA, y José María Arregui Erostarbe, Fitipaldi, responsable del aparato logístico, formaban el colectivo Artapalo.

Las fuerzas de seguridad atribuyeron a Múgica Garmendia la dirección del "comando itinerante" o "comando Argala", al que las autoridades le imputaron 22 atentados que causaron 37 muertos.

Según informa EFE, la primera liquidación de su condena fijaba su libertad en marzo de 2021, pero el antiguo jefe de la banda terrorista la recurrió y ha abandonado el centro penitenciario. En esta nueva liquidación se le han computado unos meses que había pasado en Francia como preso preventivo pendiente de la extradición a España, han explicado las fuentes. Una vez presentado en recurso, la Audiencia Nacional mandó una comisión rogatoria al país vecino para comprobar si esos efectivamente había sido así, lo que acreditaron las autoridades francesas.

El 18 de junio de 1993 el Tribunal Correccional de París condenó a Pakito por su responsabilidad en la organización del "comando itinerante". El 19 de junio de 1997 fue condenado de nuevo por pertenencia a banda armada. En febrero de 2000 fue extraditado a España en relación con quince sumarios distintos. Desde entonces, ha sido condenado por la Audiencia Nacional en numerosas ocasiones. La mayor condena le fue impuesta en 2003 por la Audiencia Nacional (2.354 años de prisión por el atentado cometido en 1987 contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, en el que murieron 11 personas, entre ellas cinco niñas)