Política

La transferencia del IMV, el nuevo 'caballo de batalla' que condicionará los Presupuestos

Las negociaciones para la traspaso del Ingreso Mínimo Vital a Euskadi están en punto muerto y el PNV advierte de que si no se solucionan las discrepancias, "habrá problemas" para sacar adelante las Cuentas

2 agosto, 2021 05:00

La transferencia del Ingreso Mínimo Vital (IMV) sigue atascada en las desavenencias entre el ministro José Luis Escrivá y el Gobierno vasco sobre cómo debe realizarse. Todo apunta a que será el nuevo 'caballo de batalla' entre el PNV y el PSOE en su complicado juego de mayorías en Congreso de los Diputados, hasta el punto de que puede condicionar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.

Fuentes del Departamento de Gobernanza Pública y Autogobierno que preside Olatz Garamendi, confirmaron que no hay avances en la negociación y que se están en el mismo punto que llevó a un rechazo total de la transferencia tal y como pretendía el Ministerio, como una mera encomienda de gestión y no como una transferencia integral. "En ese mismo punto estamos", aseguran.
Aunque desde el Ministerio se zanja el tema asegurando que "las conversaciones entre ambas administraciones continúan", lo cierto es que la transferencia sigue atascada sin visos de un acuerdo rápido.

Así las cosas, desde el PNV ya se ha empezado a advertir al Ejecutivo de que esta será una cuestión prioritaria en la negociación y que si no hay acuerdo el Gobierno de Sánchez puede "tener problemas" en las reformas que quiera sacar adelante, incluido los próximos Presupuestos Generales del Estado.

De hecho, Iñigo Barandiaran, portavoz del Grupo Vasco en el Congreso en materia de Seguridad Social, ya advertía al ministro de la necesidad de que "recuperara el talante del diálogo y cumpliera los acuerdos". "O aclaramos estas cuestiones antes del los Presupuestos, o tenga muy claro que su Gobierno puede tener problemas", decía.

Propuesta inasumible

Lo cierto es que la pretensión de traspasar el IMV como una mera encomienda de gestión no sólo ha molestado al PNV sino que la parte socialista del Gobierno vasco también se ha posicionado claramente en contra.

La vicelehendakari y consejera de Empleo, Idoia Mendia, se unió en el mes de mayo a la consejera Garamendi, tras conocerse la propuesta del Ministerio, al calificarla de "inasumible", ya que convierte a Lanbide en una "mera ventanilla" ya que pretende que la decisión sobre quién lo cobra y la realización de los pagos quedaría en manos del Ministerio.

Tanto Mendia como Garamendi mantienen que desde el punto de vista del autogobierno no puede aceptarse la propuesta que, en esencia, pretende alargar prácticamente la situación actual, en la que el IMV se tramita en Lanbide pero corresponde al Gobierno central la decisión sobre quién recibe el IMV y el pago en sí.

Hay que tener en cuenta que el Gobierno vasco tiene ya avanzado un proyecto de Ley de Reforma de RGI y de Lanbide, que contempla la transferencia completa del IMV en Euskadi y lo integra en las prestaciones vascas y lo tiene en cuenta como un elemento que podría aliviar de cierto modo el gasto que supone la Renta de Garantía de Ingresos. 

El Ejecutivo vasco ha criticado que la transferencia del IMV debería estar materializada desde octubre de 2020. Todo parece indicar que no llegará antes del otoño, un año después de lo previsto, porque habrá que limar todavía muchas asperezas, por lo que será sin duda, moneda de cambio del tradicional tira y afloja entre los partidos para conseguir un acuerdo presupuestario.