El Gobierno vasco plantea habilitar dos días de teletrabajo semanales para la administración pública

La pandemia y su consecuente confinamiento supuso un replanteamiento del paradigma laboral. Entonces se dijo que el teletrabajo vino para quedarse. La realidad es que mientras muchas empresas o entes públicos lo mantuvieron, en otras dejó de ser una opción para sus empleados. Ahora el Gobierno vasco plantea disponer de una herramienta jurídica básica de referencia en materia de teletrabajo para toda su administración pública. Se trata de un borrador de decreto que, de momento, tiene que ser sometido a consulta pública y plantea la posibilidad de teletrabajar dos días a la semana.

En este proyecto de decreto, el Ejecutivo vasco desgrana la gestión de esta nueva modalidad laboral, a propuesta de Olatz Garamendi, consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno. Este proyecto de decreto viene impulsado por la necesidad de una transformación digital en la administración pública y de una alta demanda para que sus trabajadores adquieran "mayores competencias digitales". Así, el escrito detalla que la administración "no se volverá digital si las personas que trabajan a su servicio no lo hacen antes".

En el año 2012 se lanzó una una experiencia piloto de teletrabajo en la Administración pública vasca. Se abordó una regulación pionera mediante la aprobación del Decreto 92/2012, de 29 de mayo, que reguló el trabajo no presencial para el personal empleado público de la Administración General de Euskadi y sus Organismos Autónomos. Así, tomando como referente esta experiencia y la actual regulación básica estatal recogida la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público, aprobado por Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, el Ejecutivo vasco plantea innovar el ámbito laboral con esta nueva modalidad de trabajo.

Teletrabajo. / EP

Distintas modalidades de gestión

En esta línea, el escrito propone una modalidad general de dos días de trabajo no presencial a la semana pero también propone otras opciones de gestión para que cada ámbito sectorial defina "la presencia mínima necesaria en cada unidad administrativa para el normal funcionamiento de los servicios públicos". No obstante, el empleado que así lo desee, deberá tramitar la solicitud de autorización para llevar a cabo el teletrabajo. En esta línea, el borrador del decreto señala que no se podrá obligar al trabajador a ejercer sus funciones de manera no presencial.

En relación a los días correspondientes a jornada presencial, uno de ellos -determinado por un supervisor- se deberá dedicar a llevar a cabo reuniones de seguimiento, coordinación, formación o participación en proyectos comunes. Asimismo, el escrito señala que cuando dos o más personas de una misma unidad organizativa tengan autorización para prestar servicio en régimen de teletrabajo, se deberá presentar una organización de trabajo que asegure "la prestación presencial por un número de personas suficientes para garantizar que el normal funcionamiento del servicio no resulte afectado". Por otro lado, una jornada laboral no podrá fraccionarse entre modalidad presencial y teletrabajo.

No obstante, el teletrabajo no será una opción en aquellos puestos que requieran de la presencialidad del trabajador dadas sus funciones o ante la ineficiencia de las mismas en esta modalidad.