Sociedad

Las grandes discotecas retoman la actividad este fin de semana en Euskadi

Los empresarios del ocio nocturno se sienten marginados al ser los últimos en recuperar "cierta normalidad"

17 septiembre, 2021 05:00

Los responsables de las principales macro discotecas han señalado de modo reiterado que es el único sector que no ha podido empezar a funcionar con normalidad. Sólo unos pocos, como la Sala Backstage, se han animado a levantar la persiana, a pesar de las limitaciones que siguen manteniendo: 50% de aforo dentro del local, mesas de hasta ocho personas y horario máximo de apertura hasta la 01.00 horas. Hoy se suma Moma, que vuelve a abrir sus puertas después de más de un año. El resto de discotecas grandes, por el momento, permanecerán cerradas. 

Desde el sector denuncian el desconocimiento total que se está teniendo con ellos, tanto de sus tiempos como de sus procesos. “No lo conocen y no les interesa conocerlo”, reclama Diego Maestre, socio de la sala Sonora. Además, manifiesta que las medidas que se están llevando a cabo con las discotecas no se corresponden con la petición de la ciudadanía. “La opinión generalizada es que ya hay que empezar a recuperar la normalidad. La gente entiende que se tenga que utilizar mascarillas en los espacios cerrados pero hay otras restricciones que no logran comprender”. 

David Mateo, el encargado de la discoteca Back&Stage de Bilbao declara que el aforo en su sala se está llenando todos los fines de semana. “La gente tiene ansia por volver a divertirse bailando en una discoteca y eso se nota. Las reservas vuelan y queremos ofrecer la posibilidad de divertirse a más gente.  Siempre pudiendo garantizar la seguridad, claro”. 

Por el momento, los interesados siguen a la espera de nuevas declaraciones de Urkullu  con la esperanza de que sean una bocada de aire para el sector del ocio nocturno. La situación financiera comienza a complicarse cada vez más y temen llegar a un punto en el que no puedan salir del paso. Maestre, hizo una inversión inicial, hace diez años, de dos millones de euros. A pesar de haberlo recuperado, la pandemia no le está permitiendo poder seguir adelante, ya que ha tenido que pedir otro préstamos para poder continuar manteniendo el local y pagar el resto de recibos correspondiente. “Creo que no es justo que un empresario que ha gestionado todo bien desde el principio se tenga que ver ahora en esta situación. Está siendo muy duro que acabe contigo una pandemia en la que has actuado bien desde el principio y de la que no tienes ninguna culpa”, expone.