Sociedad

Los siete kilómetros con los edificios más caros de Vitoria comienzan a revitalizarse

El edificio Vital en Salburua, el antiguo convento de Betoño y las instalaciones de Epsilon en Miñano están a esa escasa distancia, y de forma conjuntan ascienden a un valor superior a los 72 millones

26 septiembre, 2021 05:00

En una distancia de siete kilómetros, Vitoria tiene tres de los edificios más caros de la ciudad: el edificio Vital en Salburua, el antiguo convento de Betoño y las instalaciones de Epsilon Euskadi en el Parque Tecnológico de Miñano. El valor de los tres asciende a más de 72 millones de euros y hasta hace escaso tiempo, todos ellos estaban vacíos. Poco a poco, la actividad vuelve a algunos de estos lugares o parece que volverá en un corto plazo.

El Edificio Vital es el que cuenta con un presupuesto más elevado. La obra de su construcción ascendía hasta los 31 millones de euros y su actual uso es casi inexistente. Se inauguraba en septiembre de 2007 como la nueva sede corporativa de Caja Vital Kutxa y lo obra estuvo a cargo de los arquitectos Javier Mozas y Eduardo Aguirre. Tiene más de 16.000 metros cuadrados entre el sótano y tres alturas con 14 despachos y 25 salas de formación. Actualmente solo trabaja en estas oficinas una veintena de personas que se encargan del control de la seguridad de todos los inmuebles que posee el banco vasco en Euskadi así como del mantenimiento de ese recinto.

Todo esto demuestra que el inmueble está infrautilizado pero su actividad puede aumentar notoriamente en un corto plazo. Y es que Euneiz, la universidad del Grupo Baskonia Alavés se instalará, de manera provisional, en estas instalaciones. El club ha alquilado estas instalaciones para arrancar con las clases el próximo septiembre de 2022, fecha estimada para el arranque de Euneiz. De forma paralela, se irán construyendo, en la parcela colindante, las dos futuras facultades de ciencias de la salud y de nuevas tecnologías interactivas; el colegio internacional y la residencia. Todo dentro del proyecto empresarial Innovaraba encabezado por Josean Querejeta.

De convento a escuela de diseño

A escasa distancia se encuentra el antiguo convento de las Carmelitas Descalzas de Betoño. El lugar se construyó en 1904, y hasta 1996 estuvo ocupado por estas religiosas. Actualmente es propiedad de la Fundación Vital y acoge la Escuela de Diseño y Tknika, con más de 340 alumnos, y por lo que el Gobierno vasco paga 120.000 euros de alquiler anual durante dos décadas.

Entre 2006 y 2010 estuvo cuatro años de reforma a cargo del estudio de Roberto Ercilla y Miguel Ángel Campo que costó 18 millones de euros. Antes de ser Krea, el convento tuvo un primer interesado de la mano de la Universidad de Deusto. Esto no llegó a ningún puerto y fue Krea quien plateó un proyecto para dotar de vida al convento con un edificio para la creación cultural, pero, tras la fusión de las cajas, el espacio perdió su interés. Entonces quedó vacío y estivo en venta entre 2012 y 2014, aunque sin encontrar comprador. En 2014 volvió a sobrevolar otra posibilidad que se trataba de una universidad de iniciativa privada liderada por Patxi Ormazabal e Igor Crespo, aunque finalmente no llegó a ver la luz.

Antiguo convento de Betoño, actual Escuela de Arte y Diseño

Antiguo convento de Betoño, actual Escuela de Arte y Diseño

El sueño frustrado de la Fórmula 1 vasca

En el Parque Tecnólico de Miñano está el tercero de estos edificios, las instalaciones de Epsilon Euskadi. El sueño de la Fórmula1 vasca se ha quedado reducido a unas instalaciones de 13.000 metros cuadrados que el parque lleva tratando de vender años y que acumula más de 19 millones de euros en ayudas públicas perdidas y una factura de más de 16 millones de euros que debe pagar el Gobierno vasco por avalar un crédito para el proyecto en sus propias instalaciones. Parece que ahora, por fín, y después de más de 10 años vacío, este espacio va a volver a estar ocupado.

Avanza el plan de reconvertir el edificio número 13 del Parque alavés en un espacio "multiempresa" después de que no se haya conseguido que cristalice ninguna oferta por el conjunto de las instalaciones que acogen el túnel del viento. Son dos las empresas que han confirmado la instalación al edificio, AVS, la ingeniería que ha desarrollado varios proyectos con la NASA, y la energética Alisea Esco. Sin embargo, ninguna empleará el elemento emblemático, el túnel del viento.

Con esta recuperación parcial del uso, el Gobierno vasco empieza a remontar una deuda histórica con una factura de más de 16 millones de euros que debe pagar el Ejecutivo por avalar un crédito para el proyecto con sus propias instalaciones. Lo que supone un pago anual de 1 millón de euros hasta 2032. La especificidad del espacio y el envejecimiento de la tecnología ha hecho que ninguna de las opciones que se han barajado hasta ahora haya terminado por concretarse con la compra del conjunto del edificio que se valoró en 23 millones de euros.

Instalaciones de Epsilon Euskadi en el Parque Tecnológico de Miñano cuando estaban en uso / Idom

Instalaciones de Epsilon Euskadi en el Parque Tecnológico de Miñano cuando estaban en uso / Idom