Iker Jiménez vuelve a Euskadi para investigar una extraña aparición en el 'pueblo maldito'

Iker Jímenez vuelve a acercar 'Cuarto Milenio' hasta Euskadi. En concreto hasta el Puerto de Vitoria y el 'pueblo maldito' de Ochate, en el condado de Treviño, para investigar una misteriosa aparición. Y así arrancaba el programa, lejos del plató, como es habitual, y desde el punto exacto de una carretera vitoriana en la que tuvo lugar un extraño suceso. "Esto es lo más extraño que yo he podido registrar", aseguraba el propio Iker Jiménez.

Se trata de una zona en la que se repiten muchos episodios de este tipo: aparaciones, fenómenos extraños.... que se suceden desde hace años en el condado de Treviño. Iker Jímenez arranca el programa caminando por el arcen de dicha carretera y se encuentra con un testigo que le relata lo que ha vivido hace unos días, todavía sorprendido. “Puede que esta sea la más extraña que yo haya podido registrar, tanto que merece la pena venir hasta aquí para ponerme en la piel del testigo, para subirme en su moto y sentir lo que él vivió hace tan solo unos días”.

El propio Iker Jiménez recorre de noche el Puerto de Vitoria en moto, mientras el testigo explica lo que había vivido: "Era una figura muy alta, muy muy alta. Mi primera reacción fue frenar la moto, me quedé mirando pendiente de la carretera pero sin creer lo que veía. Tuve mucho tiempo para verla, había viento pero no se movía, ni por arriba ni por abajo. Tenía pelo negro pero la cara no se le tapaba. Se veían perfectamente las sombras de los ojos, la nariz y la boca. Era muy delgada, me seguía con la mirada, cuando pasé por su lado dejé de escuchar todo y me susurró 'Hoy no vas a llegar a casa'”. Según cuenta este hombre, más adelante aparecía un corzo, y gracias a la aparición previa de la mujer pudo salvar su vida al frenar la velocidad de la moto.

Recreación de la aparición que relata el testigo cerca del 'pueblo maldito' de Ochate. / Twitter: navedelmisterio

Así lo contaba Enrique Echezarra, el testido de este nuevo episodio misterioso cerca del 'pueblo maldito' de Ochate. Precisamente en este lugar es donde Iker Jiménez siente que algo extraño ocurre, que no se trata de un lugar cualquiera en el mapa: “Pusimos rumbo todo el equipo al pueblo maldito, nos adentramos una vez más en esta tierra callada con el máximo respeto, pero con el latido especial de que lo misterioso nos rondaba”.